viernes, 30 de noviembre de 2012

LA PLATA - Algunas Curiosidades

Diario "El Día" de La Plata - Cartas - Edición del 3/12/1998
Repasando el libro de Alberto S. J. de Paula, "La Ciudad de La Plata – sus tierras y su arquitectura", me encontré con un dato que si bien en otra ocasión pasó desapercibido ante mis ojos, ahora me llamó la atención, y se me ocurre una curiosidad para compartir con los lectores que aman la ciudad.
Hace pocos días nuestra Capital cumplió 116 años (*), y el dato que llamó mi atención proviene de la afirmación del autor citado, cuando dice que la fecha de fundación fue diferida en varias ocasiones; primero se pensó en el 6 de agosto; luego el 23 de septiembre se designaron por decreto los miembros de las comisiones para las fiestas correspondientes, expresándose que la ceremonia debía realizarse “a la brevedad”. Finalmente, el 10 de noviembre de 1882, por un decreto del Poder Ejecutivo se estableció la fecha del domingo 19 de noviembre para la fundación formal.
Y aquí mi sorpresa: casualmente en esta ciudad, cincuenta y siete años después, se concretó la Ley del Día de la Tradición, que -coincidentemente con la fecha de aquel decreto-, 10 de noviembre, fijaba este día y mes por ser el natalicio de Hernández. ¿Habrá sido una premonición? Sabida es la vinculación del poeta con la nueva ciudad e incluso con su nombre.
El otro dato poco conocido, lo aporta de Paula, cuando refiere que se fija el día 19, pues era el cumpleaños del segundo hijo varón de Rocha, llamado Dardo Melchor Ponciano y también el onomástico de su tercer nombre, San Ponciano, cuya coincidencia determinó se le encomendara el patronazgo de la ciudad.
Por último, y siempre siguiendo al mismo autor, decimos que ¡1500 carpas! se montaron en “la ciudad baldío” para albergar a los concurrentes, como así también, en la manzana delimitada por las calles 4, 5, 51 y 53 se montó el “pabellón desarmable” que había servido de sala de conciertos en la Exposición Continental celebrada poco antes en Buenos Aires, en la cual se distribuyeron mesas para 350 comensales.
Como se observará, todas cosas simples, pero que hacen a la historia de la ciudad. Y por cierto que vale la pena leer al autor citado.
La Plata, 26 de Noviembre de 1998

(*) El pasado 19/11/2012, la ciudad cumplió 130 años

martes, 27 de noviembre de 2012

LYNCH y SÁENZ

Dos Grandes de la Literatura Costumbrista

Diario "El Día" de La Plata -Cartas- edición del 16/12/1992


Diciembre hermana por fechas de natalicio y fallecimiento a dos grandes sin cuento de la literatura costumbrista en general, y del regionalismo bonaerense en particular. En primer término nombro a Benito Lynch, un platense notable -si tal lo juzgamos por su larga residencia en la ciudad-, y el más bastamente conocido cultor de la narrativa criolla junto a Ricardo Güiraldes. Y seguidamente evoco a Justo P. Sáenz (h), un narrador, poeta, investigador que nada tiene que envidiar a los autores mencionados, y que si bien es uno de los “máximos” referentes literarios dentro del tradicionalismo, no es tan conocido a nivel general del público masivo.

Y a dos hechos bien diferenciados pretendo referirme: Lynch, quien residió en la casa familiar de la Diagonal 77, frente a la plazoleta que triangulan los cruces de las calles 8 y 43, y se desempeñara por décadas como cronista de “El Día”, se fue de la vida el 23/12/1951.
Seis años y unos meses después, al demolerse dicho inmueble, la Municipalidad platense, a través de la Dirección de Paseos y Jardines, lo homenajeó al erigir sobre el lateral derecho del camino de acceso al Parque Saavedra (12 y 68, “el parque cerrado” como se lo conoce, aunque su nombre sea otro), no muchos metros antes de llegar al palacio que ocupa la parte central, un evocativo “Rincón del Novelista”, conformado el mismo por la puerta y el portón de dos hojas que otrora ocuparan el frente de su vivienda.
Y así como frecuente caminador y gustador de la frondosa arboleda del paseo, lo contemplé mil veces (por decir un número), deteniéndome ante él otras tantas veces, e incluso fotografiándome contra el mármol que reseña el homenaje.
Pero… desde hace un par de meses falta de su lugar una de las grandes hojas del portón de pesado metal, y al notarlo,  pensé en las depredaciones habituales de esa incultura que no admite justificativos de ninguna clase -y nos perjudica a todos-; la misma que dañara la totalidad de las figuras escultóricas del parque, daños a los que hace poco se refirieran desde estas mismas páginas mostrando además la muy deteriorada fuente “de los angelitos”.
Por suerte en mi caminata del sábado 26, topé de pronto con el desaparecido cerramiento, al que encontré sujeto con alambres a dos de las casuarinas que se ubican en hilera, paralelas a calle 14. ¿Qué fue lo que pasó? ¿La violencia anónima la arrancó de su emplazamiento? ¿El paso del tiempo deterioró los goznes y hubo que retirarlo? Sea cual fuere la causa, hago votos para la pronta reposición (*) en su sitial de honor, como una forma también de iniciar la recuperación estética del paseo que fuera orgullo de la barriada, cuándo nombrándolo como “jardín botánico”, lo recorríamos leyendo al pie de cada árbol, la chapa que lo identificaba con su nombre vulgar y científico.
El otro comentario evoca con sentida emoción la figura señera de un argentino que debería ser leído por todo aquel que se precie de tal y aspire al conocimiento de usos y costumbres regionales. Me refiero a Don Justo P. Sáenz (h), de quien este mes se cumple el centenario de su natalicio, como que vino a la vida el 19/12/1892. Al igual que Lynch, estuvo vinculado al campo desde su nacimiento, y si bien ejerció la profesión de escribano, para la cual estaba habilitado, desempeñose también y por largos períodos como administrador de campos en esta provincia y en las del litoral, trabajos que le permitieron acrecentar sus conocimientos costumbristas.

Según sus propias notas, relaciona sus años adolescentes con la confección de sus primeras estrofas, algunas de aquellas como “La Carrera”, de antología para los entrados en materia. Hacia 1927 un suplemento dominical de “La Nación” da cabida a su primer cuento, y de allí en más y hasta 1970, fue conspicuo concurrente en páginas tales como “Caras y Caretas”, “La Prensa”, “El Caballo” y “Camping” entre otras.
Su obra édita puede reseñarse nombrando “Pasto Puna” (1928, 3 ediciones), “Baguales” (1930, 3 ediciones), “Cortando Campo” (1941, 3 ediciones), “Equitación Gaucha en la Pampa y Mesopotamia” -ensayo/investigación- (1942, 5 ediciones), “El Pangaré de Galván” (1952), “Los Crotos” (1967), “Pampas, Montes, Cuchillas y Esteros” (1967). “Blas Cabrera” (1970, póstumo); también póstuma es la publicación en la desaparecida revista “Camping” de su último cuento “Sofanor Quiroga”.
Valga destacar que su obra “Equitación Gaucha”  -única en su género y como tal libro de consulta- recibió el Primer Premio de Literatura y Folklore Regional otorgado por la Comisión Nacional de Cultura, siendo designada además, como obra de estudio por la Facultad de Filosofía y Letras.
¡Cuánto habría para hablar de Don Justo!, pero demasiado hemos abusado del espacio, aunque estamos seguros ha de ser este uno de los pocos -sino el único- homenaje a su centenario.
Digamos por último que su estrella gaucha se encendió a los 77 años de edad, un 28 de mayo de 1970.

(*) Con posterioridad a la publicación de esta nota, la hoja del portón fue restituida a su lugar.


viernes, 16 de noviembre de 2012

PEDRO RISSO

LR 11 – Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y BLANCO”
Micro Nº 65 – 07/07/2012
         Con su licencia, paisano!
        Acomodado en la cocina grande, junto a la ventana para tener mejor luz, mientras gustamos un mate, vamos a ver si hablamos de “Poetas Criollos… y otras yerbas”.

Pedro Risso - 11/1942
PEDRO RISSO. Poeta  campero ¡y de los buenos!, nació el 11/07/1915 en la localidad de Aldo Bonzi del “Viejo Pago de La Matanza”. Más adelante su familia se muda y se establece en Avellaneda, zona que por entonces centralizaba la actividad de mataderos y frigoríficos, y que lo puso en contacto con un gran movimiento de hombres de a caballo, lugareños o radicados en la zona, unos; del interior provinciano que llegaban como reseros, los otros. (Hace 4 días hubiese cumplido 97 años).
Integró el Círculo Tradicional “Leales y Pampeanos” desde 1937 -aproximadamente-, y fue su Revista “La Carreta” el órgano que permitió la primera difusión de sus versos, esos que son ¡una genuina expresión de la reunión de gente criolla: en la matera, en las grandes cocinas de las estancias, en el fogón! Su primer trabajo, firmado como “El Zurdo Nicasio”, apareció en 07/1946 y se tituló “El Oscuro Mentao”, verso en el que para disimular al autor, se nombra como dueño del caballo en cuestión, contrapunteando literariamente con el seudónimo “El Chueco Maidana” que escondía a Emilio Frattini, y en ocasiones con “El Pampa Filemón”, que no era otro que Rodolfo Nicanor Kruzich.
Marca su estilo el lenguaje exacto y fiel de los hombres de la campaña bonaerense con sus giros y expresiones, que puede a veces chocar con el buen decir de las academias, pero que por el contrario, refleja la verdad de un reservorio de pureza que fue ¡y es!, el habla del hombre rural. Opinamos que campea en sus versos, la sencilla realidad paisana del hombre de nuestra campaña, de ahí que suenen y resulten tan auténticos.
Ocho días antes de su deceso, entregó a su amigo Osmildo Etulain una selección de sus trabajos; selección que póstumamente, se aumentó con el aporte de versos que guardaban amigos y familiares, con la intención de compendiar en un libro lo más posible de su obra. Y así, con ese aporte y el económico necesario para solventar la edición, a ocho meses de su muerte, en octubre de 1967 aparece “De Mi Marca”, libro de 211 páginas que entablan 116 poemas de neto sabor campero, el que fue concretado por una suscripción entre los amigos, con una tirada de 500 ejemplares.
Curiosamente, como ya lo apuntamos al hablar de Menvielle, años después, la firma Carlos R. Azcona y Cía. S. A., de Azul, reeditó la obra en una tirada reducida y fuera de comercio, que distribuyó entre clientes y amigos.
En su poesía “Ensillando”, a través de veinte notables estrofas va contando como ensilla su “oscuro”, al tiempo que describe a todas y cada una  de las pilchas de su “recado de dominguear”, del que tomamos para cerrar, el deseo expresado en la cuarteta final de la última décima: “rogarle a Dios yo quisiera  / pa’ que el recao y mi pingo  /  no anden en manos de gringo  /  el día que yo me muera.”
Pedro Risso falleció con jóvenes de 51 años, el 11/02/1967. 

martes, 6 de noviembre de 2012

ANDRÉS EDUARDO GRÓMAZ


LR 11 – Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y BLANCO”
Micro Nº 31 – 22/10/2011

Con su licencia, paisano!
Acomodado en la cocina grande, junto a la ventana para tener mejor luz, mientras gustamos un mate, vamos a ver si hablamos de “Poetas Criollos… y otras yerbas”.

ANDRÉS EDUARDO GROMAZ PARRA, más conocido por Andrés Gromaz, nació en el campo “La Morocha”, en Napaleofú, partido de Balcarce, el 13/10/1922, siendo hijo de Doña María Micaela Parra y Don Federico Gromaz, ambos españoles, siendo Andrés el mayor de 8 hermanos.
En la vida rural -donde hizo de todo un poco-, su primer oficio fue ser boyero de tambo, iniciándose alrededor de los 13 años, y un lustro más tarde cuando comienza a borronear renglones, uno de sus primeros versos los dedica a ese primer trabajo.
En otro cuenta: “Caballerizo, mensual, / peón de tambo y arador, / y aunque no fui domador / como tuve algún pariente / en un redomón corriente / supe andar como el mejor.”
Por 1940 empezó a trabajar en un “almacén de ramos grales.” en San Martín, ptdo. de Lobería, y a los 20 años se radica en Mar del Plata, donde desarrollará su vida y donde se abocará afanosamente a la defensa y difusión del quehacer tradicionalista.
No ha cumplido 22 años cuando debuta en la conducción de la audición radial “Mosaicos Criollos”, en LU6 Radio Atlántica, con la que estuvo 12 años en el aire.
A instancias de su padre (un español muy acriollado llegado al país a la edad de 16 años), de niño se aficionó a los versos criollos, habiendo sido “mi primera cartilla… el Martín Fierro”, como alguna vez escribió. De allí a volverse autor había tan solo un tranco, y ese tranco lo dio con tal solvencia, que en el ambiente del tradicionalismo marplatense no dudaron en llamarlo “El Poeta de la Tierra”.
Como buen poeta popular eligió las estrofas rimadas para expresarse, y si bien manejó las distintas formas, se inclinó principalmente por las décimas, a las que supo imprimirle una sabrosa expresión paisana, con un decir llano y simple, directo, como si fuese contando cuestiones de su propia vida.
Héctor del Valle, Rodolfo Lemble, Alberto Merlo y Daniel Garbizu, han grabado temas de su autoría.
Lo sobrevive un libro: “Como Soy”, aparecido póstumamente. El mismo se presentó en la Sala A del Centro Cultural Gral. Pueyrredón, el 11/11/1999.
Lo cierto es que nuestro poeta falleció el 13/11/1994, cuando junto a 3 de sus hermanos, ya montados, se encaminaban a participar del desfile en la Fiesta de la Tradición, en el campo de jineteada aledaño al Museo Municipal “José Hernández”, y junto a la Laguna de los Padres.