domingo, 2 de junio de 2019

GIMÉNEZ, Víctor Abel - Semblanza de un quehacer


Este reconocido poeta, a quien la familia y sus amigos íntimos llamaban “Vasco”, así a secas, sin el artículo “el”, como habitualmente se lo nombra “El Vasco”, nació en “La Rinconada”, el barrio más típico de Cnel. Vidal (antiguo pueblo de ‘Arbolito’), el 9/01/1922 en el hogar formado por Victorina Martina Rípodas y Luis Santos Giménez.
Dos hermanos varones completaban la familia: Luis Jorge (doctor en historia), el mayor, y el más chico, Carlos Raúl.
Siempre recordaba con mucho aprecio y agradecimiento al hermano de su madre, el tío Alejo Rípodas, su amigo y guía, como a la persona que le supo inculcar el amor por nuestras costumbres y tradiciones gauchas.
Parece ser que la inclinación por el verso la tuvo desde temprana edad, porque él mismo recordaba con pícara sonrisa que en 5to. grado primario, cuando la maestra le daba tema para una redacción, desarrollaba el mismo… pero en verso!!
El destino del servicio militar lo trasladó de su querido Arbolito a Mar del Plata, donde terminó radicándose y estableciendo su vida laboral y familiar.
En aquellos años de la juventud se involucró con el movimiento nativista de su ciudad adoptiva, y así fue cantor, guitarrero, bailarín y recitador; en este rubro se presentaba con el seudónimo de “El Chasqui”; y como cantor formó parte del conjunto “Tierra Querida”.
A diferencia de muchos de los poetas que en este espacio hemos recordado, que sustentaron su obra y difusión a través de los libro, como Charrúa, Menvielle, Boloqui, Berho o Cabezas, Giménez nunca tuvo como objetivo primario publicar, pero su vinculo directo con el ambiente de los cantores folklóricos, lo transformó en uno de los autores con mayor cantidad de temas grabados, y si bien abarcó con sus composiciones los cuatro rumbos cardinales, se destacó más en aquellos de marcado color surero, sean huellas, triunfos, poemas o milongas, y así fue que lo grabaron artistas como Alberto Merlo, Víctor Velázquez, Argentino Luna, José Larralde, Miguel Franco, Chino Martínez, Francisco Chamorro, Claudio Agrelo, Atilio Payeta, Rodolfo Lemble, Beto Ruidíaz, Santiago Lettieri, Triviño Montiel, etc.
Por eso podemos decir que fue uno de los poetas más prolíficos y difundidos de la segunda mitad del S. 20, como que más de 100 composiciones suyas fueron grabadas y en SADAIC se registran unos 250 temas de su autoría.
“Vasco” Giménez, no fue un hombre de campo, pero las tradiciones gauchas calaron tan hondo en su espíritu, que supo cabalmente interpretar la vida rural y transmitir todas esas sensaciones a sus versos, con tal fidelidad, que hace que el que desconozca ese aspecto de su vida, lo imagine acabadamente como un hombre de campo.
Cursó la primaria la Escuela Sarmiento de su pueblo Vidal; y luego, libre, algunos años del secundario, más siempre se consideró autodidacta.
Puede decirse sin tapujos, que “Vasco” fue un hombre de los medios, y si bien han sido importantes los programas que creó y condujo, que ya nombraremos, no podemos olvidar que fue libretista de Miguel Franco en las audiciones “Las Alegres Fiestas Gauchas” de La Hoja, por LR3 Radio Belgrano y LR4 Radio Splendid, y “Surcos Estelares” de Hanomac, por LR1 Radio El Mundo.
También condujo sus propios espacios, como “Buenos Días, Sr. Día” (23 años en el aire en LU6 Emisora Atlántica de Mar del Plata, de lunes a sábado, de 6 a 7.30hs.), “Folklore Junto al Mar” (LU9 Radio M. del Plata), “Motivos Musicales Argentinos” (LU9 y LR2); “Muy Buenas y con Licencia” que se emitía grabado por LU22 Radio Tandil, entre otros programas.
La TV no le fue ajena, y así condujo “Encuentro Criollo” por el porteño Canal 11, que le valió importantes reconocimientos y un muy buen encendido de pantalla; “Mangrullo 10” y “Rastrillando”, por Canal 10 y 8 respectivamente, de Mar del Plata.
Asimismo fue animador/conductor en los más grandes festivales del país, como por ejemplo el “Festival de Doma y Folklore” de Jesús María (Córdoba), “Fiesta de la Ganadería” en Victorica (La Pampa), “Fiesta Nacional del Gaucho” en Madariaga (Bs. As.), “Fiesta Nacional del Trigo” en Leones (Córdoba), “Fiesta Nacional de la Esquila” en Río Mayo (Chubut), “Fiesta de las Tropillas” de Lobería, y por supuesto en la gran fiesta criolla de Miguel Franco y Orlando Gargiulo: “A Lonja y Guitarra”, en las ediciones de Cañuelas, Lobos, Pehuajó y Balcarce, e/o. Acá podemos agregar que fue el autor de dicho nombre que en su momento fue emblemático: “A Lonja y Guitarra”, recordando que surgió en una reunión en lo de Gargiulo en la que también estaba Franco.
Giménez se definía con precisión: “Yo soy Argentinista”, y también supo resumir su pensamiento: “No podemos renunciar a lo que nos pertenece por legítimo derecho; la Patria es una sola y la vivimos todos a través de la música, la danza, las costumbres, la tradición…”, y en aras de bregar por imponerlo, dedicó su vida a manifestarse en ese sentido, y sin darse cuenta quizás, a hacer escuela con el ejemplo de su sano y puro proceder.
Corría 1986 y era joven aún como que tenía 64 años, cuando decidió retirarse de la conducción de festivales: había concurrido a Chubut por la “Fiesta de la Esquila”, cuando sintió que las distancias lo cansaban y que ya no disfrutaba de lo que con tanta pasión hasta entonces había hecho… y allí plantó bandera.
Del mismo modo, en 1998, a los 76 años, le echó cerrojo a las puertas del poeta, cuando decidió clausurar su profuso oficio de versificador, después de escribir el poema “Cautiverio”.
Sus programas radiales y televisivos, y su actividad como autor y hombre de los medios, fue reconocida con importantes distinciones, por ejemplo, mereció el celebrado “Martín Fierro” de APTRA, el Premio “Santa Clara de Asís”, la “Cruz de Plata” del Instituto Fray Mamerto Esquiú, el “Premio Payador” otorgado por LS11 Radio Provincia de Buenos Aires, el “Premio Broadcasting” de la porteña Universidad de Belgrano, la “Distinción Trayectoria” de los Escritores Tradicionalistas, y el “Lobo de Mar” de la ciudad de Mar del Plata; y a nivel internacional el Premio de la Revista Literaria “Vendaval”, y la “Llave de Oro” de Radio Popular de Lugo, España.
También merecidamente su pueblo natal y el adoptivo, lo reconocieron con orgullo; así en 1993 fue declarado Ciudadano Ilustre de Cnel. Vidal (Ptdo. de Mar Chiquita), y en 2000 Ciudadano Emérito de Mar del Plata (Ptdo. Gral. Pueyrredón).
Como no siempre lo artístico da para vivir, “Vasco” tuvo otras actividades, y así podemos decir que fue por espacio de 40 años, agente de seguros de la Cía. La Primera, en su Vidal natal; fue también gerente del City Hotel de Mar del Plata durante dos décadas. Y por si era poco, Síndico de la S.A., León Desbots y Cía.
La cuestión es que los temas de “Vasco” Giménez, andaban de fogón en fogón, de escenario en escenario, apareciendo a veces en revistas criollas y cancioneros folcloricos, pero… ni por asomo reunidos en las páginas de un libro; ocurre que el hombre tenía sus pareceres y forma de pensar, tal es así que sobre el particular, opinaba: “Para no darle de comer a las propias vanidades”, fue que nunca encaró una edición de autor. Él esperaba que alguna editorial lo convocara para publicar “su” libro. Y allá por septiembre de 1998 su aspiración estuvo a punto de concretarse cuando quienes manejaban la edición de una revista llamada “Proyecto Nacional”, le solicitaron material y aportó 70 temas inéditos para dar cuerpo a un libro, que finalmente… no llegó a ver la luz.
Enfermo ya, internado en un geriátrico con demencia senil, aparecerá su primer libro; ocurrió que su esposa Nydia Vázquez (con quien se había casado en 1947), ordenando sus libros y papeles, se topó sin querer, con una carpeta que contenía el original de un libro, ordenado de la primera a la última página, y titulado “Yuyos”: “…tan humilde como la hierba campera”, según testimonió en el prólogo.

A lo encontrado, Nydia le arrimó varios trabajos de su autoría confeccionados en tinta china, que se estamparon como viñetas, completando el libro que tomó forma en Imprenta Del Plata “La Imprenta” de Mar del Plata en septiembre de 2006.
Perla Carlino, amiga y colaboradora que lo acompañó por largos años en la audición mañanera, dice que “Yuyos” fue tipeado íntegramente en su <vieja Remignton, en la década del ’90, en el campo “La Lomita”>, donde vivió durante 6 años, ya jubilado de sus actividades y en parte retirado de la actividad radial.
Ahora bien, obra en mi archivo una carta suya del 12/09/1998, donde dice que lo único que escribió en esa partecita de su vida que se fue a pasar al campo, fue un  poema que titulo “Cautiverio”, que desconocemos, y que no integra las páginas de “Yuyos”.
El libro fue presentado en La Feria del Libro de Mar del Plata, en la Fiesta Nacional del Gaucho de Madariaga y en la muestra de Tandil, “Escuela, Campo y Folklore”.
Ya póstumo apareció su segundo libro, “Mirando Lejos”, ordenado y seleccionado por su esposa, al que se le agregaron ilustraciones confeccionadas por el pintor de Areco, Miguel Ángel Gasparini. Este libro apareció en octubre de 2007, bajo el sello de la marplatense Editorial Martín.
No podemos dejar de mencionar, que recordando sus épocas de “El Chasqui”, había hecho una producción discográfica que tituló “Muy Buenas y Con Licencia”.
Si bien, como ya comentamos, escribió sobre cuestiones de toda la geografía Patria: “Por razones de lugar de nacimiento y de actuación, me quedo con el sur. Me gusta la milonga, la huella…”, sentenció. “Yo hice lo que me gustó siempre: defender la identidad de mi tierra. Estoy más que conforme y contento.”

El domingo 30/09/2007, a la edad de 85 años, falleció en Mar del Plata, y en sencilla e íntima ceremonia sus restos recibieron sepultura en el cementerio de Cnel. Vidal,  su pueblo natal.
                          La Plata, 02 de junio de 2019


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