Este reconocido poeta, a quien la familia y sus amigos íntimos llamaban
“Vasco”, así a secas, sin el artículo “el”, como habitualmente se lo nombra “El
Vasco”, nació en “La
Rinconada”, el barrio más típico de Cnel. Vidal (antiguo pueblo de ‘Arbolito’),
el 9/01/1922 en el hogar formado por Victorina Martina Rípodas y Luis Santos
Giménez.
Dos hermanos varones completaban la
familia: Luis Jorge (doctor en historia), el mayor, y el más chico, Carlos
Raúl.
Siempre recordaba con mucho aprecio
y agradecimiento al hermano de su madre, el tío Alejo Rípodas, su amigo y guía,
como a la persona que le supo inculcar el amor por nuestras costumbres y
tradiciones gauchas.
Parece ser que la inclinación por el
verso la tuvo desde temprana edad, porque él mismo recordaba con pícara sonrisa
que en 5to. grado primario, cuando la maestra le daba tema para una redacción,
desarrollaba el mismo… pero en verso!!
El destino del servicio militar lo
trasladó de su querido Arbolito a Mar del Plata, donde terminó radicándose y
estableciendo su vida laboral y familiar.
En aquellos años de la juventud se
involucró con el movimiento nativista de su ciudad adoptiva, y así fue cantor,
guitarrero, bailarín y recitador; en este rubro se presentaba con el seudónimo
de “El Chasqui”; y como cantor formó parte del conjunto “Tierra Querida”.
A diferencia de muchos de los poetas
que en este espacio hemos recordado, que sustentaron su obra y difusión a
través de los libro, como Charrúa, Menvielle, Boloqui, Berho o Cabezas, Giménez nunca tuvo como objetivo
primario publicar, pero su vinculo directo con el ambiente de los cantores
folklóricos, lo transformó en uno de los autores con mayor cantidad de temas
grabados, y si bien abarcó con sus composiciones los cuatro rumbos cardinales,
se destacó más en aquellos de marcado color surero, sean huellas, triunfos,
poemas o milongas, y así fue que lo grabaron artistas como Alberto Merlo,
Víctor Velázquez, Argentino Luna, José Larralde, Miguel Franco, Chino Martínez,
Francisco Chamorro, Claudio Agrelo, Atilio Payeta, Rodolfo Lemble, Beto
Ruidíaz, Santiago Lettieri, Triviño Montiel, etc.
Por eso podemos decir que fue uno de
los poetas más prolíficos y difundidos de la segunda mitad del S. 20, como que
más de 100 composiciones suyas fueron grabadas y en SADAIC se registran unos
250 temas de su autoría.
“Vasco” Giménez, no fue un hombre de campo, pero
las tradiciones gauchas calaron tan hondo en su espíritu, que supo cabalmente
interpretar la vida rural y transmitir todas esas sensaciones a sus versos, con
tal fidelidad, que hace que el que desconozca ese aspecto de su vida, lo
imagine acabadamente como un hombre de campo.
Cursó la primaria la Escuela
Sarmiento de su pueblo Vidal; y luego, libre, algunos años del secundario, más
siempre se consideró autodidacta.
Puede decirse sin tapujos, que “Vasco” fue un hombre de los medios,
y si bien han sido importantes los programas que creó y condujo, que ya
nombraremos, no podemos olvidar que fue
libretista de Miguel Franco en las audiciones “Las Alegres Fiestas Gauchas” de
La Hoja, por LR3 Radio Belgrano y LR4 Radio Splendid, y “Surcos Estelares” de
Hanomac, por LR1 Radio El Mundo.
También condujo sus propios
espacios, como “Buenos Días, Sr. Día” (23 años en el aire en LU6 Emisora
Atlántica de Mar del Plata, de lunes a sábado, de 6 a 7.30hs.), “Folklore Junto
al Mar” (LU9 Radio M. del Plata), “Motivos Musicales Argentinos” (LU9 y LR2);
“Muy Buenas y con Licencia” que se emitía grabado por LU22 Radio Tandil, entre otros
programas.
La TV no le fue ajena, y así condujo
“Encuentro Criollo” por el porteño Canal 11, que le valió importantes reconocimientos
y un muy buen encendido de pantalla; “Mangrullo 10” y “Rastrillando”, por Canal
10 y 8 respectivamente, de Mar del Plata.
Asimismo fue animador/conductor en
los más grandes festivales del país, como por ejemplo el “Festival de Doma y
Folklore” de Jesús María (Córdoba), “Fiesta de la Ganadería” en Victorica (La
Pampa), “Fiesta Nacional del Gaucho” en Madariaga (Bs. As.), “Fiesta Nacional
del Trigo” en Leones (Córdoba), “Fiesta Nacional de la Esquila” en Río Mayo
(Chubut), “Fiesta de las Tropillas” de Lobería, y por supuesto en la gran
fiesta criolla de Miguel Franco y Orlando Gargiulo: “A Lonja y Guitarra”, en
las ediciones de Cañuelas, Lobos, Pehuajó y Balcarce, e/o. Acá podemos agregar
que fue el autor de dicho nombre que en su momento fue emblemático: “A Lonja y
Guitarra”, recordando que surgió en una reunión en lo de Gargiulo en la que
también estaba Franco.
Giménez se definía con precisión: “Yo soy Argentinista”, y también
supo resumir su pensamiento: “No podemos renunciar a lo que nos pertenece por
legítimo derecho; la Patria es una sola y la vivimos todos a través de la
música, la danza, las costumbres, la tradición…”, y en aras de bregar por
imponerlo, dedicó su vida a manifestarse en ese sentido, y sin darse cuenta
quizás, a hacer escuela con el ejemplo de su sano y puro proceder.
Corría 1986 y era joven aún como que
tenía 64 años, cuando decidió retirarse de la conducción de festivales: había
concurrido a Chubut por la “Fiesta de la Esquila”, cuando sintió que las
distancias lo cansaban y que ya no disfrutaba de lo que con tanta pasión hasta entonces
había hecho… y allí plantó bandera.
Del mismo modo, en 1998, a los 76
años, le echó cerrojo a las puertas del poeta, cuando decidió clausurar su
profuso oficio de versificador, después de escribir el poema “Cautiverio”.
Sus programas radiales y televisivos, y
su actividad como autor y hombre de los medios, fue reconocida con importantes
distinciones, por ejemplo, mereció el celebrado “Martín Fierro” de APTRA, el
Premio “Santa Clara de Asís”, la “Cruz de Plata” del Instituto Fray Mamerto
Esquiú, el “Premio Payador” otorgado por LS11 Radio Provincia de Buenos Aires, el
“Premio Broadcasting” de la porteña Universidad de Belgrano, la “Distinción
Trayectoria” de los Escritores Tradicionalistas, y el “Lobo de Mar” de la
ciudad de Mar del Plata; y a nivel internacional el Premio de la Revista
Literaria “Vendaval”, y la “Llave de Oro” de Radio Popular de Lugo, España.
También merecidamente su pueblo natal y
el adoptivo, lo reconocieron con orgullo; así en 1993 fue declarado Ciudadano
Ilustre de Cnel. Vidal (Ptdo. de Mar Chiquita), y en 2000 Ciudadano Emérito de
Mar del Plata (Ptdo. Gral. Pueyrredón).
Como no
siempre lo artístico da para vivir, “Vasco”
tuvo otras actividades, y así podemos decir que fue por espacio de 40 años, agente
de seguros de la Cía. La Primera, en su Vidal natal; fue también gerente del
City Hotel de Mar del Plata durante dos décadas. Y por si era poco, Síndico de
la S.A., León Desbots y Cía.
La cuestión es que los temas de “Vasco”
Giménez, andaban de fogón en fogón, de escenario en escenario,
apareciendo a veces en revistas criollas y cancioneros folcloricos, pero… ni
por asomo reunidos en las páginas de un libro; ocurre que el hombre tenía sus
pareceres y forma de pensar, tal es así que sobre el particular, opinaba: “Para no darle de comer a las propias
vanidades”, fue que nunca encaró una edición de autor. Él esperaba que
alguna editorial lo convocara para publicar “su” libro. Y allá por septiembre
de 1998 su aspiración estuvo a punto de concretarse cuando quienes manejaban la
edición de una revista llamada “Proyecto Nacional”, le solicitaron material y
aportó 70 temas inéditos para dar cuerpo a un libro, que finalmente… no llegó a
ver la luz.
Enfermo ya, internado en un geriátrico
con demencia senil, aparecerá su primer libro; ocurrió que su esposa Nydia
Vázquez (con quien se había casado en 1947), ordenando sus libros y papeles, se
topó sin querer, con una carpeta que contenía el original de un libro, ordenado
de la primera a la última página, y titulado “Yuyos”: “…tan humilde como la hierba campera”, según testimonió en el
prólogo.
A lo encontrado, Nydia le arrimó varios
trabajos de su autoría confeccionados en tinta china, que se estamparon como
viñetas, completando el libro que tomó forma en Imprenta Del Plata “La
Imprenta” de Mar del Plata en septiembre de 2006.
Perla Carlino, amiga y colaboradora que
lo acompañó por largos años en la audición mañanera, dice que “Yuyos” fue
tipeado íntegramente en su <vieja
Remignton, en la década del ’90, en el campo “La Lomita”>, donde vivió
durante 6 años, ya jubilado de sus actividades y en parte retirado de la
actividad radial.
Ahora bien, obra en mi archivo una carta
suya del 12/09/1998, donde dice que lo único que escribió en esa partecita de
su vida que se fue a pasar al campo, fue un
poema que titulo “Cautiverio”, que desconocemos, y que no integra las
páginas de “Yuyos”.
El libro fue presentado en La Feria del
Libro de Mar del Plata, en la Fiesta Nacional del Gaucho de Madariaga y en la
muestra de Tandil, “Escuela, Campo y Folklore”.
Ya póstumo
apareció su segundo libro, “Mirando Lejos”, ordenado y seleccionado por su
esposa, al que se le agregaron ilustraciones confeccionadas por el pintor de
Areco, Miguel Ángel Gasparini. Este libro apareció en octubre de 2007, bajo el
sello de la marplatense Editorial Martín.
No podemos
dejar de mencionar, que recordando sus épocas de “El Chasqui”, había hecho una
producción discográfica que tituló “Muy Buenas y Con
Licencia”.
Si bien, como
ya comentamos, escribió sobre cuestiones de toda la geografía Patria: “Por
razones de lugar de nacimiento y de actuación, me quedo con el sur. Me gusta la
milonga, la huella…”, sentenció. “Yo hice lo que me gustó siempre:
defender la identidad de mi tierra. Estoy más que conforme y contento.”
El domingo 30/09/2007, a la edad de 85 años, falleció en Mar del
Plata, y en sencilla e íntima ceremonia sus restos recibieron sepultura en el
cementerio de Cnel. Vidal, su pueblo
natal.
La Plata,
02 de junio de 2019
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