sábado, 23 de enero de 2021

CARLOS ANTONIO MONCAUT - ¡80 Años de Historia!

 Cuando se aproximaba el cumpleaños 80 del Maestro, le sugerí a Raúl Finucci, que habría que hacerle una nota, y éste aceptó, indicándome la haga. Hablé con Don Carlos, y como pidiéndole permiso le comenté que escribiría un artículo, y que él sería el primero en leer el original para ver si había que corregir algún dato erróneo. Así se hizo y tanto él como su esposa estuvieron muy contentos y agradecidos.

Revivimos ahora aquel escrito, seguros de poder llegar a nuevos lectores.

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Parecería que el nacer en una escuela le marcó un destino “de letras”, y como esa escuela era rural, la particularidad le agregó “el amor por la campaña”. Y decimos esto porque 80 años atrás, el 8/06/1927, en la Escuela rural de la localidad de Ángel Etcheverry, partido de La Plata, nacía

Foto Diario El Día 5/03/2000
Carlos Antonio Moncaut, el mayor historiador de la vida rural bonaerense, circunstancia que tras muchos años de arduo trabajo y seria investigación, le valió ser incorporado a la Academia Argentina de la Historia, hecho acaecido el 9/04/2003.

Su padre, Carlos O. Moncaut, que era ‘azulero’ (como antaño se llamaba a los originarios de “el Azul”), ya casado se estableció en Etcheverry, donde en la escuela del lugar, Flora Castrillón, su esposa, era directora, maestra y portera, como correspondía a una educadora de entonces. En ese ámbito dio el futuro escritor sus primeros pasos.

Más tarde, radicada la familia en La Plata (Avda. 1 e/45 y 46), cursaría los estudios secundarios en el célebre establecimiento platense Colegio Nacional “Rafael Hernández”, y a esa época se remontan dos determinaciones que serían constantes en el futuro: las excursiones a desolados parajes bonaerenses en busca de contactarse con un ambiente natural e incontaminado; y el interés por la historia no contada en los textos de estudio.

Con cómplice sonrisa nos evoca los lejanos tiempos del Nacional cuando en compañía de un recordado condiscípulo, los viernes -después de clase-, abordaban un tren con rumbo a Cnel. Brandsen, descendiendo en Est. Gómez, y de allí tres largas leguas de caminata por perdidos caminos de tierra, hasta el sitio agreste elegido para el acampe, y una vez en él, abocarse a la observación de pájaros, bandadas, nidificación, como así también de las especies de la flora, que siempre ha sido un admirador de William Henry Hudson, el célebre escritor inglés, de quien, digamos, posee sus obras completas y ediciones originales.

 - El Escritor

 


Sus padres, aunque de condición modesta -como nos destaca- siempre buscaron la forma de poder excursionar con la familia por zonas agrestes, pletóricas de naturaleza, y así las costas del Plata, de Ensenada al Samborombón, fueron paisajes y tierras afines a sus correrías de chicuelo. ¿Y adónde correspondía esa zona? Al Viejo Pago de la Magdalena. Y casualmente en un periódico del lugar comenzaría su actividad de escritor.

Tenía 28 años cuando en el Semanario “El Pueblo” de Magdalena, el 6/08/1955 publicó su primera nota: un “Bosquejo Histórico” del Pago. A partir de allí no solo nunca se interrumpió la actividad, sino que paulatinamente se incrementó, y desde ese principio fue Moncaut un escritor que basó sus trabajos en la investigación minuciosa y documentada, y un visitante de los lugares sobre los que iba a escribir para tener una más acabada apreciación del tema.

Estas investigaciones le causaron “encierros” imprevistos, como cuando dedicado a recabar información para escribir la historia de aquel barquito que había llegado a anclar en la laguna de Chascomús, abocado en la hemeroteca de la Biblioteca de la U.N.L.P.  a revisar minuciosamente diarios de la época -1857- para reunir datos, desentendido del reloj, no se enteró del horario de cierre como no se percataron los empleados que en la sala quedaba algún lector, y allí debió pasar la noche... con todos los diarios a su alcance y “obligado” a seguir investigando! hasta la reapertura del lugar. (Y no debe haber sido la única vez que le pasó).

Al tanto de ésta tarea el Dr. Noel Sbarra, que por entonces dirigía LR 11 Radio Universidad Nacional de La Plata y lo había convocado a realizar un espacio -“Voces y Refranes”, los días domingo-, prácticamente lo conminó a que publicara, y así nació su primer libro: “Viaje del Vapor Río Salado del Sud, de Buenos Aires a Chascomús en 1857”.

Una inalterable y respetuosa amistad unió a Moncaut y Sbarra hasta el fallecimiento de éste.

Más o menos cuatro años después aparecería un libro sobre el personaje de su admiración, “Reminiscencia del gaucho Guillermo Enrique Hudson y breviario de sus pájaros del Plata”, y tras éste, en 1967, “Biografía del Río Salado de la Provincia de Buenos Aires”, un libro curioso, raro, propio de un investigador: la historia de un río.

Éste se imprimió en el mimeógrafo de un Centro de Estudiantes de la Universidad, y sorpresivamente para su autor la edición se agotó, volviendo a reeditarla y así, hasta cubrir cinco ediciones en el año. Todo un éxito para una edición de autor, sin ningún aparato de difusión detrás.

Una década después aparecería su libro consagratorio: “Estancias Bonaerenses – Historia y Tradición”. Si bien como se ha dicho el anterior fue muy solicitado por el público, éste lo acreditó definitivamente en el lector amante del tema del gaucho y su entorno, porque hay que hacer hincapié en que D. Carlos encaró la historia de la vieja estancia criolla, aquella en la que el patrón -argentino o no-, vivía en el establecimiento compartiendo la dura vida del poblador con su peonada y personal. De la estancia suntuosa, la de los palacetes y riquezas, que se encarguen otros, ha sido sin duda su pensamiento.

Aún nos parece escuchar la característica voz y el agradable decir de Luis Patricio Saraví, cuando por LS 11 Radio Provincia, en su audición “Buenas y Santas”, como en una novela por entregas iba leyendo día a día, capítulo a capítulo, el libro de las estancias, y ¡cuánto que esto ayudo a difundir la obra!

Al igual que la “Biografía del Río Salado”, el de las estancias obtiene la Faja de Honor de la Sociedad de Escritores de la Provincia (SEP), a lo que consagratoriamente la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) agrega su Sello de Honor.

Reconocido por sus pares, ha comprobado que hay un público ávido por el tema rural, y como es un trabajador tenaz, constante y ordenado, en 1978 da a la prensa “Pampas y Estancias – Nuevas evocaciones de la vida pastoril bonaerense”, obra que sabiamente se complementa con la anterior.

 - Curioso Investigador

Conferencia 11/1993 - AAET

 

Amante de los viejos caminos de tierra, de las pulperías, los boliches, los ranchos añosos, los yacimientos arqueológicos, los vestigios de construcciones indígenas, los montes de talas, los arroyos y cañadones, nos cuenta que  “siempre me aparté de los caminos asfaltados y transité los reales, los de tierra. Encontré pulperías y viejos almacenes que se mantienen iguales”. Porque, consumado investigador no se quedó con lo que antaño otros escribieron, no; fue a los repositorios y visitó los sitios, “que cada vez que me propuse investigar algo ¡fui a la fuente!”

Moncaut, autodidacta en todo, estudió por las suyas arqueología, paleontología, etnología, botánica, zootecnia, artes plásticas, y a todas las ciencias las llevó a la práctica  y todas le fueron útiles en sus investigaciones históricas, y las que no, le sirvieron de solaz esparcimiento y distención, como cuando se dedicó a pintar en sus ratos libres.

Pero no acaba allí su saber, porque también es bibliófilo y coleccionista, y si bien siempre debió trabajar para sostenerse, invirtió sus ahorros no en bienes suntuarios, sino en libros y antigüedades criollas, y así hoy su biblioteca y hemeroteca ronda los 40.000 volúmenes, con textos curiosísimos y ejemplares únicos. Testimoniamos su importancia con lo dicho por Julián Cáceres Freyre en su libro “Bibliotecas que he conocido como estudiante e investigador”: “Su biblioteca no responde a la monomanía de mero acaparador de libros, sino que constituye la herramienta de trabajo serio y eficiente para la divulgación del conocimiento de la Historia, el Folklore y todo cuanto de noble ha tenido nuestra pampa, que permitió a nuestro país figurar entre los primeros del mundo”.

Como coleccionista, su bien poblado museo es un acabado muestrario de la vida rural, destacándose su pulpería bien surtida de todos los elementos que hacían a su diario existir.

 - Obra y  Distinciones 


Meticuloso y de trato afable, dado a la plática rica y sabrosa encontrándose a gusto, es un empedernido cultor del bajo perfil, que para destacarse está lo expresado en los libros.

En cuanto a su prosa, se desarrolla en forma amena, sabiendo mezclar la anécdota que aclara y enriquece. Suele ocurrir que el libro de historia abrume con su información, pero esto no ocurre con Moncaut, cuyos libros son esperados tanto por el lector estudioso como por el aficionado, que lo suyo puede leerse, gracias a su estilo sin “retórica”, sin que uno note el transcurrir de las hojas atrapado por el devenir del suceso.

Tantos méritos le han valido distinciones y premios que lo destacan en su ámbito. Algunos -que se agregan a los ya citados- son: Premio “José María Rey”, de la Municipalidad de La Plata por su labor periodística (1970); Premio “Payador” del Gobierno Bonaerense (1979); “Gran Premio Consagración” de la SEP (1980); Premio “Cóndor” (1995) y “Cóndor de Fuego” (1999), de la Asoc. Estampas y Memoria; Premio “Distinción Trayectoria” de la Asociación Argentina de Escritores Tradicionalistas (1999), “Huésped de Honor” de la Municipalidad de Magdalena (1999); “Ciudadano Ilustre”,  Municipalidad de La Plata (2005). Además, la A.A.E.T. bautizó con su nombre, en 1994, la Biblioteca de la institución.

A los libros ya citados debe agregarse:

“Los más remotos orígenes de Ranchos” (1978); “Coronel Hilario Nicandro Lagos – 1840/1895” (1979); “Reducción Jesuítica de Nuestra Sra. de la Concepción de los Pampas – 1740/1753” (1981); “La Plata, crónicas de un siglo – 1882/1982” (1982); “Andanzas y Aventuras entre gauchos de William Henry Hudson” (1991); “Amanecer del Pago de la Magdalena” (1992); “Travesías de antaño, por caminos reales, postas y mensajerías” (1993); “Estancias Viejas – Historia – Audacia – Coraje y Aventuras” -2 tomos- (1996); “Un accidentado viaje de vacaciones entre Mar del Plata y Tandil en 1880” (1999); “Pulperías, Esquinas y Almacenes de la Campaña Bonaerense” -2 tomos- (2000); “Inundaciones y Sequías en la Pampa Bonaerense – 1575/2001” (2001); “Ranchos y su Comarca – Desde su prehistoria hasta 1851” (2005).

 - Valioso Apoyo

 

Conferencia en la AAET (521 e/14 y 15)
La Plata - 11/1993

En esta vida dedicada al estudio, la investigación y la difusión de la historia, un párrafo aparte merece alguien que silenciosamente lo ha acompañado en todos y cada uno de sus emprendimientos, María Teresa Barberis (Lili), su esposa y fiel acompañante y sostenedora de cada uno de los sueños del escritor; la que siempre dijo que sí, y si tuvo que internarse en bañados y pajonales, o en intrincados senderos de sierras por Tandil o la Ventana, o en desolados caminos de tierra sin atisbos de presencia humana, siempre estuvo dispuesta; la que si debió hacer noche en un humilde rancho o en alguna pensión pueblerina, no puso inconveniente. Por eso, porque esa actitud le ha permitido al investigador encarar difíciles tareas, es que merece le reconozcamos “algo” del mérito de la obra forjada por Don Carlos.

- Epílogo

Desde El Tradicional no hemos querido dejar pasar este momento, el del merecido reconocimiento a quien al cumplir 80 años, puede mostrar con orgullo una obra encomiable, hondamente bonaerense, sentidamente argentinista.

Don Carlos Antonio Moncaut cumple 80 años y El Tradicional se siente conmovido de poder compartir con sus lectores, esta semblanza de quien es escritorpor una necesidad espiritual difícil de explicar”.

 

Publicado en Periódico El Tradicional N° 79, del 07/2007

sábado, 16 de enero de 2021

TEÓFILO OLMOS - "El Abuelo"

LR 11 – Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y BLANCO”       Micro Nº 17 – 9/07/2011

 Con su licencia, paisano! Acomodado en la cocina grande, junto a la venta para tener mejor luz, mientras gustamos un mate, vamos a ver si hablamos de “Poetas Criollos… y otras yerbas”.

 En la página de hoy evocaremos a “El Abuelo” TEÓFILO OLMOS.


Nativo  de  San  Nicolás, provincia de Buenos  Aires,  nació el 23/12/1891, siendo bautizado el 9/07/1892 en la Santa Iglesia Catedral de esa ciudad, por lo que la víspera de la Natividad del Niño Jesús y la celebración de la fecha Patria, parecerían haberle definido el rumbo.

Tras casarse en Pergamino con Petrona Ledesma -con quien tuvo cuatro hijos-, se radicó en la joven ciudad de La Plata, donde, no conforme con dedicarse sólo a sus funciones en la administración provincial, supo ocupar y aprovechar su tiempo despuntando el sano vicio de los versos gauchos.

Integró el inspirado grupo fundacional de la “Agrupación Bases” en 1928, habiendo sido su primer secretario, y donde a pesar de ser un hombre joven comenzó a llamársele “El Abuelo”, nominación que remarcaba su temprana madurez, y que muchas veces desplazó el Teófilo de su ‘papeleta’ para designarlo lisa y llanamente “El Abuelo Olmos”.

En 1943, en el simbólico mes de mayo, apareció su libro “Pial de Volcao”, tiro de lazo que bien muñequeó su inspiración para perpetuarlo en la memoria terruñera.


En la presentación, la entonces ascendente actriz Malvina Pastorino se encargó de la lectura de varias páginas.

Hombre curioso y argentino nato, aunque hijo de la llanura, estudió y averiguó sobre las costumbres norteñas, y pergeñó un libro al que bautizó “Tinaja de agua” y que prologó Artemio Arán, el que se mantiene inédito en poder de sus descendientes.

Aproximadamente una década después de la desaparición de la “Agrupación Bases”, creó en 1953 el “Fortín de la Tradición Argentina”, en calle 27 Nº 2314 e/75 y 76, calle que desde 1974, en el tramo comprendido entre la Avda. 72 y calle 86, fue bautizada, por Ordenanza Municipal, con su nombre.

Por las reuniones nativas y literarias que allí organizaba, pasaron nombres notables, como por ejemplo: Bernardo González Arrili, Pedro Inchauspe, José J. Bianchi, Ñusta de Piorno, José Ramón Luna, Fernando Ochoa, Juan Carlos Mareco, Pedro Bianco, Luís C. Pinto, Amancio Varela, y la lista sigue.

A los 73 años de edad lo sorprendió la muerte el 23/03/1965, y tras su deceso, a la institución que creara se le agregó su nombre: Fortín de la Tradición Argentina “Teófilo Olmos”.

viernes, 15 de enero de 2021

JORGE DANILO VEGA, "El Azulero"

 LR 11 – Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y BLANCO”                  Micro Nº 102 – 06/04/2013

Con su licencia, paisano! Acomodado en la cocina grande, junto a la ventana para tener mejor luz, mientras gustamos un mate, vamos a ver si hablamos de “Poetas Criollos… y otras yerbas”.

 Hijo de Carmen Ernestina Lavorato y Juan Carlos Vega, nació en Azul, el 2/10/1951, y en dicha ciudad transcurrió su niñez, infancia y adolescencia, habiendo cursado allí estudios primarios, secundarios y terciarios, inclusive dos años en Bellas Artes.

A orillas del Río Negro, vecindades 
de su domicilio particular.
Al fondo la Iglesia de Patagones
(octubre/2018)

Más adelante, la vida y la actividad laboral lo llevaría por Capital Federal, Mercedes, Olavarría, recalando en Viedma -provincia de Río Negro-, cuando el proyecto del traslado de la ciudad capital, donde finalmente se radica.

Criado en una familia de músicos y de buenos lectores a juzgar por la biblioteca que pudo frecuentar desde la niñez, se vinculó a las expresiones artísticas siendo un chico, teniendo 10 años cuando concreta sus primeros esbozos de versos; luego, la observación, la práctica, la lectura y la consulta casi compulsiva con aquellas personas que acreditaban conocimientos, lo fueron enriqueciendo en su propio saber.

Decidor apasionado de buenos versos criollos, se vinculó en su estancia “porteña” con el reconocido  Héctor Gagliardi, a quien acompañó y junto a quien conoció la vida artística y renombrados escenarios de la gran ciudad capital, acopiando un importante caudal de experiencia junto al citado poeta y decidor.

Dotado de una clara y bien templada voz, también aborda la conducción de espectáculos y festivales, como así mismo la conducción de espacios radiales, como el que difundiera en sus actuales pagos bautizado “Bajo una misma bandera”. Ya vinculado a este ámbito, supo ser, en emisoras de Río Negro, locutor e informativista, en repetidas ocasiones.

Serio estudioso de la poesía autóctona y su expresión oral, ha preparado las charlas “De recitadores y otras yerbas…-origen del decir criollo-” y “Génesis y evolución de la poesía criolla de la región pampeana”, conferencias poéticas que ha presentado en esta y otras provincias rindiendo homenaje al verso y al decir paisano.

Medios como “El Tiempo” de Azul, “Noticias de la Costa” de Viedma, “El Sureño” de Pedro Luro y el Boletín de la AAET, han publicado colaboraciones suya en verso y prosa, como así mismo está incluido en la Antología 25, 30 y 35 Aniversario de los Escritores Tradicionalistas (años 2009, 2014 y 2019).

Su decir ha quedado reflejado en las grabaciones “Del Trasfoguero” (2002), “El último juglar criollo: José Adolfo Gaillardou” (2010), “Del corazón al rumbo” (2011) y “Desde el alma al corazón” (2012) éste con versos propios.

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ADDENDA

Desde varios años atrás luchaba con una variante de leucemia a la que parecía venía domando, pero en la madrugada del 14/08/2020 debió ser internado, falleciendo horas después, en su adoptiva ciudad de Viedma, Río Negro, donde descansará eternamente.

ALBERTO ZÁRATE, El Lujanero

 LR 11 – Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y BLANCO”   Micro Nº 32 – 29/10/2011

 Con su licencia, paisano! Acomodado en la cocina grande, junto a la ventana para tener mejor luz, mientras gustamos un mate, vamos a ver si hablamos de “Poetas Criollos… y otras yerbas”.

 ALBERTO LINDOLFO ZÁRATE, quien nació en Luján el 30/10/1953, siendo hijo de Da. María Ú

Museo de Luján, ca. 1992

rsula Elachans y Don Tomás Horacio Zárate.

Se inició en el borroneo de versos hacia los 11 años de edad aproximadamente, comenzando a desentrañar la décima unos cinco años después, componiendo en dicha forma estrófica la mayoría de sus temas, sin descartar por supuesto, sextinas y romances.

Con el tiempo comenzó a desarrollar la narrativa y así nacieron cuentos valiosos y de rico sabor campero y costumbrista.

Suele decir que su amor por lo nuestro le viene de sus “bisabuelos gauchos de bota ‘e potro y chiripa”, y esa pasión la canalizó a través del estudio para acrecentar el conocimiento de todo lo que tenga que ver con el gaucho y su cultura, y así fue que se anotó y participó del recordado programa televisivo “Tiempo de Siembra”, donde finalmente, tras un notable desempeñó, quedó eliminado, a mi entender, por una pregunta “gringa”.

Si bien a la fecha no ha concretado una publicación, trabajos de su marca han visto la luz en las páginas de “El Civismo” y “El Pregón Criollo”, ambos medios de su pago; también en revistas “Pa’l Gauchaje”, “La Taba” de Luján  y “El Resero” de Campana, como así mismo en el Boletín de la AAET.

Está incluido en las antologías: “Región de Fe – 1ª Antología de Cuentos Regionales” (2007), del Inst. Cultural de la Provincia, “Historias de mi barrio – Antología de anécdotas y relatos lujanenses” (2007), Municipalidad de Luján, y las “Antología” 25, 30 y 35 Aniversario (años 2009, 2014 y 2019), de la AAET.

Los certámenes literarios de poesía y cuento están acostumbrados a tenerlo entre sus habituales distinguidos, así podemos decir de su 2do. Premio en Poesía Gauchesca en “Fogoneando” de Cañuelas en los años 2007 y 2011, o sus 1ros Premios en el rubro Cuento en la AAET en 2005, y en los Juegos Florales de Dorrego en 2007 y 2011.

Ha sido destacado cultor de las danzas nativas, y como malambista surero ganador en más de un concurso. También ha incursionado en radio y desarrollado durante bastante tiempo un espacio televisivo llamado “La Posta”.

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ADDENDA

El pandémico año 2020, debió ser internado de urgencia por una infección generalizada de vesícula en su ciudad natal, falleciendo unos diez días después, el 22/09/2020, sufriendo el aislamiento propio del Covid 19. Contaba con 66 años de vida.

jueves, 14 de enero de 2021

RODOLFO VERA

 LR 11 – Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y BLANCO”

                                                                                                                         Micro Nº 106 – 04/05/2013

Con su licencia, paisano! Acomodado en la cocina grande, junto a la ventana para tener mejor luz, mientras gustamos un mate, vamos a ver si hablamos de “Poetas Criollos… y otras yerbas”.

 RODOLFO VERA – Nació en el Hospital Penna, de la Ciudad de Buenos Aires, el 8/05/1940, siendo hijo de Ramona Ballesteros y Rodolfo Vera, residiendo entonces la familia, en el barrio de Parque de los Patricios, desde donde, unos 5 años más tarde se traslada a lo que el poeta llama “los lejanos, inmensos y solitarios campos de Villa Lugano, (donde) comencé a observar, a tratar y a querer, todos los quehaceres camperos…”.

Comenzó los estudios primarios en una escuelita de Barrio Pompeya, y los continuó en otra de Lugano recordando que “supe tiritar de frío acompasando el crujir de la escarcha a talón y talón sobre un manso mancarrón amañerao rumbo a la lejana escuelita.”.

Posteriormente, ya traspuestos los 20 años, realizó estudios en distintos institutos, siendo el título más importe el de “Técnico en Necropsias”, profesión que por 12 años desarrolló en el Hospital Juan A. Fernández, de Bs. As.

Antes, en años adolescentes y de primera juventud, formó parte de los hombres de a caballo en los corrales de Mataderos, en Liniers, ya como apartador, resero e inclusive, comprador de hacienda para matarifes platenses.

Por ese entonces, junto a los compañeros de tareas en los corrales, comienza a practicar como jugador de pato, habiendo debutado con el Campo de Pato “El Cencerro”, de Ruta 3 Km. 25;  siendo integrante más tarde,  del Campo de Pato “El Trébol”.

Más allá de la poesía y el cuento, ha sabido destacarse como cultor del canto criollo, contándose entre sus guitarristas virtuosos como Payo Silva, Zurdo Chavero, Choche Urquiza, José Cano, entre otros, habiéndose presentado en audiciones de Radio Nacional, Exelcior, Splendid, Belgrano, Argentina, Mitre, Municipal de Bs. As., Nacional Córdoba, y por supuesto Provincia y también esta casa.

Por “Folklore en 870”, de Horacio Agnese, en Nacional, desarrolló un micro titulado “Vida y Obra de Martín Castro”, conjuntamente con Don Numen Castro, hijo del recordado poeta.

En el rubro literario, sus méritos fueron premiados con el 1º Premio, consecutivamente los años 1987 y 89 en los certámenes de cuento de los Escritores Tradicionalistas, como así también un 2do Premio en poesía gauchesca en un Certamen del Fondo Nacional de las Artes, y un 3º Premio en un Certamen de la Biblioteca y Museo “Defendamos lo Nuestro”, de Villa Cura Brochero, de Córdoba, en 1994.

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Tenemos entendido que falleció en Mercedes, donde estaba radicado desde hacía años, probablemente en 2018/2019.

PAMPA CARRANZA

 LR 11 – Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y BLANCO”                 Micro Nº 66 – 14/07/2012

Con su licencia, paisano! Acomodado en la cocina grande, junto a la ventana para tener mejor luz, mientras gustamos un mate, vamos a ver si hablamos de “Poetas Criollos… y otras yerbas”.

 CRISTÓBAL ALBERTO CARRANZA o Pampa Carranza,


como popularmente se lo conoce, nació el 14/07/1950 (por lo que hoy está de cumpleaños), en Wenceslao Escalante -antiguo Médano de las Cañas-, provincia de Córdoba, y tras distintas andanzas siguiendo “el pique” del trabajo, se radicó en Berisso, donde estableció su familia acollarado a la cuyana Aurora Vargas, mendocina nativa de Tupungato.

Realizó los estudios primarios en la Escuela Nacional Nº 10 de su pueblo natal, y cursó parte del secundario para adultos en Berisso.

Los primeros cinco lustros de su vida transcurrieron en el campo cordobés, donde fue boyero y esquilador; trabajando con el tractor aró y sembró, y hasta anduvo ganándose el jornal en un horno de ladrillos.

Apenas traspuesta la infancia se le cruzaron las primeras rimas, y más adelante, tras presenciar una payada, se volcó a componer.

Hace casi 30 años, en Tres Arroyos, vio la luz un manojo de sus versos, entablados bajo el título de “A Mi Manera”, y desde entonces son varios los intérpretes que abordan en el canto sus compuestos.

Es hombre de radio desde 1990 en que creara su audición “Por Las Güeyas Argentinas; antes -desde 1980- había colaborado con distintos y prestigiosos espacios.

Saben de su presencia los palcos de jineteadas, donde, animando, suele soltar el decir de un floreo improvisado; y bien lo conocen los fogones y escenarios donde laten en sus recitados sus versos criollos.

Coronando el esfuerzo de años, en 2001 edita el compacto “Entre Todos y Para Todos”, y en 2003 otro que se titula tal su programa: “Por Las Güeyas Argentinas”, donde se han entropillado algunos amigos que desgranan todos temas de su autoría. Este último trabajo está entrañablemente dedicado a su pueblo natal, Wenceslao Escalante en su “Centenario”, de allí que tres temas de la placa están en su historia inspirados, tal el caso de “Huella del Centenario” y el triunfo “Médano Fértil” -que interpreta el recordado Gabriel Fernández-, y la milonga “Historias de Bronce”, en la voz de Raúl Berón.

En esta grabación, Carranza se aparta de la temática pampeana, incursionando por ritmos de otras regiones, y así se desgranan un aire de chamamé, una cueca y un par de chacareras.

Víctima de un infarto masivo, falleció en su casa de Berisso, en el atardecer del 16 de julio de 2018. Tenía 68 años.

CARLOS CÉSAR FARÍAS

LR 11 – Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y BLANCO”

                                                                                                                            Micro Nº 96 – 23/02/2013

Con su licencia, paisano! Acomodado en la cocina grande, junto a la ventana para tener mejor luz, mientras gustamos un mate, vamos a ver si hablamos de “Poetas Criollos… y otras yerbas”.

 


CARLOS CÉSAR FARÍAS – Nació el 1º/05/1922 en Coronel Suárez, criándose en un puesto de la Estancia “Las Tunas” donde su padre se desempeñaba como puestero.

Curso  grados de la primaria en una escuela rural, a la que llegaba a caballo enancado, en tras recorrer una legua.

Por 1932 fallece su padre, entonces junto a su madre y 6 hermanos, encaran las distintas tareas, por eso puede decirse que creció aprendiendo a desempeñarse en las faenas rurales, y así fue: mensual; peón; agarrador y latero, en las esquilas; ayudante de domador; petisero, en cabañas; arador, cosedor y embolsador, en las cosechas; corredor de cuadreras, etc.

Traspuestos los 20 años, por 1943, se radica en la ciudad de La Plata, vinculándose a las tareas hípicas, siendo vareador, capataz de stud, y a partir de 1968 -ya con patente “cuidador”- ejerce esa profesión, razón por la cual, al cabo de largos años, obtiene la jubilación en 1978.

Es hombre hecho, tiene 56 años, cuando encara la composición de versos criollos, siendo a partir de entonces un prolífico escritor.

Su primero contacto con el gran público, lo logra a través de las páginas de “Pal’ Gauchaje”, revista donde aparecen algunos de sus compuestos criollos. Primordialmente pone en verso sus experiencias y vivencias paisanas, utilizando para hacerlo, preferentemente, la campera décima.

Farías reunió sus versos en los libros: “Galopiando Campo Adentro” (1985), “Entropillando Mis Versos” (1992)


y “Sonetiando y Versiando en Lunfardo” (1995); también está incluido en la “Antología de Ricardo” (1985) y en “25 Aniversario - Versos y Prosas” de la AAET (2009).

Letras suyas como “Paisano de hoy”, “Versiando a lo campero”, “Pa’ la mujer argentina”, “Atardecer en el campo”, “El día que ya no pueda” o “Soy un paisano campero”, fueron grabadas por intérpretes como Héctor del Valle, Carlos Galván, Quiroga Larreta, Roberto Belén y Manuel Rosa, entre otros.

Participó de la vida institucional, y así fue miembro de comisión directiva de la Comisión Permanente de la Tradición y también de la Federación de Centros Tradicionalistas de la Pcia. de Bs. As.

Tras una internación en el Hospital Gutiérrez, falleció en La Plata, el 10/10/1999, a la edad de 77 años, siendo sepultado en el Cementerio local.

ROBERTO REPARAZ

 LR 11 – Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y BLANCO”

                                                                                                          Micro Nº 159 – 31/05/2014

Con su licencia, paisano! Acomodado en la cocina grande, junto a la ventana para tener mejor luz, mientras gustamos un mate, vamos a ver si hablamos de “Poetas Criollos… y otras yerbas”.

 


ROBERTO REPARAZ – Uno de los siete hijos del matrimonio conformado por Matilde Carlsen (noruega de Oslo) e Ignacio Reparaz (hijo de vascos), nació el 7/03/1909, en Villa Ortuzar, Capital Federal, siendo su nombre completo Reinaldo Roberto Reparaz Carlsen.

Todos sus estudios se limitan a los tres grados que cursó en la Escuela “José Mármol”, establecimiento escolar que habían donado sus abuelos vascos, sito en calle Carbajal, entre Plaza y Holmberg, de Villa Mazini, Belgrano.

Desde muy joven -casi niño- se vinculó a la poesía y al canto criollo, recorriendo la provincia de Buenos Aires, como también muchos sitios del país. Tenía 20 años cuando se presentaba en el Politeama Argentino con la compañía Aguilera, y en la Rural de Palermo fue bailarín en los elencos de Alberto Vacarezza.

Pero no solo el arte ocupó el tiempo de su vida, y así podemos decir que por espacio de 20 años fue encargado de un establecimiento de campo llamado “Caballito Criollo”, en la localidad de Estación Bancalari, en las vecindades de Pacheco.

Frecuentó la amistad de Don Martín Castro (al que conoció cuando tenía 14 años), de quien a más de amigo entrañable se declaraba admirador, lo mismo que de Don Fernando Ochoa, de quien fue compañero de actuaciones y a quien declaraba “mi gran hermano criollo”.

Vinculado al tradicionalismo, fue socio fundador y después honorario, de los círculos criollos “El Rodeo” (hoy de Moreno) y de “El Lazo”, de San Isidro. En ese ambiente, en el año 1965, en la Fiesta de la “Tradición Gaucha” de Coronel Dorrego, sus décimas “El Cardo”, recibieron el primer premio, y fueron musicalizadas con ritmo de milonga por Alejandro Orsini.

En sus años mozos, sus versos salieron publicados en revistas como “El Cancionero Popular”, “El Canta Claro” y “El Alma Que Canta”.


En cuanto a libros, podemos enumerar los siguientes: “Estilos Pampeanos” (1948) que le prologó Fernán Félix de Amador, “Los Teros” (1968) con prólogo de Fernando Ochoa, “Sobando Tientos” (1971), “Galopando tras las sierras” (ca. 1975); “Escarciando por la Patria” y “Montando Ajenos” (ambos 1976). Inéditos: “Camino de la Patria” y “Bien Criollo”.

Algunos temas suyo fueron grabados con buena repercusión, como por ejemplo “Deja que silben los vientos”, con versiones de Rogelio Araya, Víctor Velázquez, Argentino Luna, Alberto Merlo y Juan Ferreyra, o “Los Teros”, grabado por Claudio Agrelo y Osvaldo Ghiglione, “Pantaloncitos Rotos”, por Suma Paz, entre otros.

Reparaz falleció en Pilar, provincia de Bs. As,  el 26/07/1990.

viernes, 8 de enero de 2021

LAS JINETEADAS - Apuntes Para su Historia

 UNA APROXIMACIÓN A SUS INICIOS

 Ya no tenemos dudas que el origen del movimiento tradicionalista está muy vinculado a los ‘centros criollos de carnaval’, que tuvieron su apogeo en el Buenos Aires de 1880 y 1900.

Ellos hacían hincapié en las danzas nativas, el canto criollo, el arte del payador, la poesía, y las pilchas de ensillar para desfilar; a veces, como excepción, podía haber una corrida de sortija, juego ecuestre que estuvo muy difundido en el Siglo 19 en las fiestas pueblerinas.

A ese período corresponde casualmente la organización del viaje de los nueve (9) gauchos argentinos a Londrés para incorporarse al Circo de Búfalo Bill. La selección de hombres y organización del viaje estuvo a cargo del estanciero de origen inglés Eduardo Casey, por entonces dueño de la Ea. Curamalán, campo de 200 leguas, equivalente a 500.000 has. Los domadores elegidos fueron: Zacarías Martínez, Manuel Gigena, Juan Pacheco, Rosario Palomero, Marciano Gorosito, Marcelino Pérez, Bernabé Díaz, Ismael Palacios y Valentín Paz. Se embarcaron para Londres en el vapor “Magdalena”, 04/02/1892.


Es posible, que esto despertara en otros estancieros, el interés por organizar alguna muestra de destrezas criollas entre nosotros. Si iban a hacerlo a Europa, por qué no hacerlo acá?

Por entonces no se hablaba de domas de potros ni jineteadas como un espectáculo. Las montas eran habituales en las grandes yerras de las estancias ganaderas, y siempre eran con potros chúcaros de las manadas de las mismas. Eran una diversión mezclada con las rudas tareas ecuestres de aquellos tiempos.

En forma documentada tenemos que el primer espectáculo de destrezas criollas abierto al público en general, se realizó en Buenos Aires, en la Sociedad Sportiva Argentina, sita en Palermo; el mismo lugar que hoy ocupa el Campo Argentino de Polo. Era un predio de unas 20 has. que unos 50 años antes habían formado parte de los “alfalfares de Juan Manuel de Rosas”, en vecindades del caserón del Restaurador.

En el mes de noviembre del año 1908, se llevó a cabo allí, el Primer Torneo de Doma de Potros. Fue su patrocinador principal el estanciero Sr. Enrique H. Wagner, quien tenía como premisa conservar a buen resguardo las costumbres criollas. Según la crónica de la Revista “Caras y Caretas”, para el mismo “fueron escogidos once (11) domadores hábiles, y reservada una tropilla de 80 potros”.

La foto aludida. 1° de la derecha E. Wagner, a su
lado su hermano Guillermo

Don Luis Clusellas y Normando Carlos Seeber, analizando la foto que publicó dicha revista, concluyen que diez (10) de los jinetes, fueron: Zenón Casco (Gardey, Tandil), Rudecindo Benegas (Nahuel Haupi), Pedro Moyano (Puán) -quizás el nombre correcto sea Martín-, Sinforoso López (Río Negro), Mateo Rodríguez (Necochea), Ciriaco Cuevas (El Vecino), Ventura Flores (Gral. Lamadrid), Andrés Fredes (Gral. Acha, La Pampa), Ramón Chávez, y la única duda es si el décimo es Marcos Lezcano o Francisco Goñi.

Con seguridad hoy Wagner sería un opositor encendido a lo que se conoce como “doma racional  o doma inteligente” entre otras denominaciones. Por qué lo decimos…? Simplemente por esto que dejó escrito en 1909: “La doma de potros tal como se practica en nuestra campaña, ha de practicarse perpetuamente, olvidando al entraineur que amamanta con biberón en el box acolchado de pelouche el hijo del crack; o aunque proteste el pusilánime que piensa domesticar con caricias un equino, nacido y criado en una manada chúcara entre las sierras de los gigantescos Andes o en la infinita Pampa, pues un potro pampeano o una mula serrana, no son tan sensibles a la mano enguantada como hay quien quiere suponerlo”.


Cumplido ese primer paso, al año siguiente se repitió el espectáculo; según el programa: Doma de Potros – Gran Concurso de Eliminación. El torneo se llevó a cabo los domingos 26 de Septiembre y 3 de Octubre de ese año 1909.

Las categorías en que se participaba, se denominaban: 1) Monta ensillado con espuela y rebenque; 2) Monta en completa libertad con espuela y rebenque; 3) Monta con montura inglesa lisa; 4) Monta con cojinillo, riendas, espuelas y rebenque; 5) Monta enancados, y 6) Largarse de la maroma.

Vemos que las denominaciones difieren de las actuales, no obstante deducimos que la 1) equivale a Monta con recado completo; la 2) remite a Monta en pelo limpio o de las clinas, y la 4) podría ser Monta con el cuero tendido.

Don Enrique Wagner había concebido la idea de que en ese concurso se seleccionasen los más hábiles y fuerte domadores, con los que armar una embajada que represente “la genuina raza civilizada de las pampas argentinas”, para realizar una gira por ciudades de los EE.UU y el continente Europeo.

Los domadores que participaban del torneo no lo hacían por propia iniciativa sino que habían sido seleccionados por la organización. A los ya citados en el concurso de 1908, debemos agregar: Domingo Titto y Julián Acosta (Arrecifes), José Raposa (Gral. Alvear), Fausto Casco (Tandil), Pedro Leyes (Córdoba), Tomás Guzmán (Tapalqué), Demetrio Gavilán (Tres Arroyos) y Julián Rivero (Olavarría).

El nutrido Jurado, que tuvo la responsabilidad de otorgar los premios, estuvo conformado de la siguiente manera: Presidente, Gral. Ignacio Garmendia; vocales Norberto Lainez, R. Quesada Pacheco, D. R. Schoo Lastra, Carlos F. Frers, Belisario J. Peró, Tnte. Cnel. Jaime Croome, R. Avila, H. Neyra, M. Monterroso y A. Zunzunegui.

Ignoramos como se resolvieron los premios en cada una de las categorías, pero nos parece interesante informar que de la Maroma se largaron Rudecindo Benegas, Ventura Flores y Sinforoso López.

Según la Revista “Caras y Caretas” en su edición del 2 de Octubre, “se distinguieron, entre los demás, Sinforoso López, de Río Negro y Martín Moyano de Puán”, lo que nos hace pensar que a Moyano le debe haber ido bien en el peligroso salto de la maroma.

Según el propio organizador, el concurso de 1909, resultó “más importante que el anterior”, de donde sacamos esta conclusión: hubo más potros y jinetes, y mayor repercusión de público.

Foto tomada en la Soc. Sportiva en 1908, participantes 
mezclados con amigos y público
1° de la derecha, E. Wagner

    1910 y 1911

      No hemos podido comprobar que Wagner organizara otro concurso en el año 1910, aunque si hubo un espectáculo presentado en la misma Sociedad Sportiva Argentina.

Aquel año andaba en el país el empresario mejicano de espectáculos ecuestres, Francisco Mujica, que pensaba organizar en su país una “Olimpiada” de gente de a caballo, y tenía el objetivo de seleccionar un grupo de gauchos para incorporarlos a su proyecto; tal así, había contratado a Andrés Lazarte, de Tapalqué, para montas en pelo, a un tal Paniagua y a Mauricio Salazar; ignoramos el nombre de los restantes.

A principios de Mayo de 1910 llegan a Buenos Aires con la finalidad de embarcarse hacia su Patria, y allí, las autoridades a cargo de los Festejos del Centenario Patrio, los contratan para llevar a cabo un espectáculo criollo en la Sociedad Sportiva, al que asistió la Infanta Isabel, quien sorprendida y admirada por lo visto, obsequió a Mauricio Salazar el anillo que portaba, con el escudo de la Casa Real de España.

Wagner, ahora con la colaboración de Domingo Calderón y Horacio Victorino Díaz, va por más, y organiza un concurso con cuatro (4) días de duración, como que el mismo se desarrolló los días 21 y 28 de mayo, y 4 y 11 de junio del año 1911.

Fue denominado “Doma de Potros – Primer Concurso Interprovincial”.


Desconocemos el nombre de los ganadores, pero estamos en condiciones de informar que los premios a repartir eran: $ 1000, $ 700 y $ 350, y en todos los casos medallas de oro para cada premiado. Pensando en la moneda de la época, entendemos que eran valores importantes.

Al año siguiente, por invitación del “Patriarca de los Gauchos Uruguayos”, Don Elías Regules, presentaron un espectáculo similar en ese país, descontando que debe haber sido en Montevideo.

Acá, podríamos poner punto final a ésta “Aproximación a los Inicios” de las jineteadas, pero estamos tentados de aportar los datos de dos fiestas que marcaron rumbo, una en 1940 y la otra en 1950

  2da FIESTA DÍA DE LA TRADICIÓN - 11/11/1940

 Sabido es que la primera celebración del Día de la Tradición se realizó en el Parque Criollo Ricardo Güiraldes, de San Antonio de Areco, y si bien entendemos que hubo demostración de distintas destrezas ecuestres, carecemos de documentación respaldatoria.

El segundo de esos encuentros se organizó en la Capital Provincial, donde se acondicionó el predio del Aero Club La Plata, en el Barrio de El Dique (hoy, predio y barrio integran el partido de Ensenada), para llevar adelante un variado muestrario de destrezas. Las crónicas de la época reflejan que 35000 personas bordearon el alambrado del campo de la fiesta. Un número de asistentes impensado para estos tiempos.

Hubo concurso de montas con recado y en pelo, pialadas, sortija, y también se distinguieron a las tropillas entabladas participantes, y a los apadrinadores.

En “Monta Ensillado” el 1° Premio correspondió a Ángel Cardoso (entrerriano radicado en La Plata), recibiendo un par de estribos de plata; el 2° Premio se lo adjudicó a Pablo Mena (La Plata) y consistió en un  freno de plata; el 3° Premio fue para J. Apaulazza (Chascomús) y el 4° Premio para Santiago Ferrante (Ranchos). Estos dos últimos recibieron rebenques.

En “Monta en pelo” resultó ganador Nelio Labaña (Navarro) recibiendo $ 100; 2° Premio mereció Alberto Gaute (Pilar) quien recibió un mate y bombilla; el 3° Premio fue para O. Lapidotti (Navarro) y recibió una rastra de plata, y 4° Premio mereció Luis Larrubia (Navarro) y consistió en un par de estribos.

También se reconoció a Juan San Román (La Plata) con un sombrero, a Juan Olmos (Saladillo) con unas boleadoras de marfil, a Víctor Taboada (San Antonio de Areco) con un ejemplar del M. F. encuadernado en cuero de nonato, a Santiago Roldán (Navarro) con riendas y cabezada con pasadores de plata, y a M. Peralta (S. A. de Areco) con una cincha de cuero crudo.

En “Pialada” fue ganador Pedro Suárez (Bavio, Magdalena) con 3 piales de revés, recibiendo un arriador. Y 2° Premio resultó Pablo Mena (La Plata), con 2 piales de revés y uno de derecha, mereciendo una bombilla de plata.

Una mención para Pedro Díaz, de la Estancia Santa Rosa, que pialó de a caballo.

Por su labor como “Apadrinadores” se destacó a: Raúl Smith (Ensenada) con una guitarra; a José Ortelli (Ensenada) con un par de gemelos artísticos; a Miguel González (Ensenada) con boleadoras de marfil, y a Segundo Migues (La Plata) con una campera de cuero.

Las “tropillas” distinguidas fueron: la de lobunos de Santiago Rocca (Pila) con una plaqueta; la de tobianos negros de Martín Mendiburu (Chascomús) también plaqueta; la de oscuros de Gerónimo Álvarez con un  rebenque; la de gateados de Samuel Arrayagaray con medalla; la de entreverados de José Ortelli (Ensenada) con un cencerro; la de entreverados de Pedro Suárez con medalla; la de tobianos colorados de H. Dellepiane  también medalla; la de entreverados de Simón Dirrienzo con una linterna; la de malacaras de Armando Campodónico con una billetera; la de doradillos y tobianos colorados de Pedro Díaz (Pereyra) con un cuchillo de plata; la de entreverados de Pedro Zabaleta (Blaquier) y la de gateados de Fernando Robledo (Saladillo).

En la “Sortija”, donde fueron jurados José Ortelli y Raúl Smith, se repartieron los premios José Jaca (Ensenada) Primero, un reloj de plata; Arturo Barragán (Villa Rivero) Segundo, una bombilla de plata e Inocencio López (Etcheverry) Tercero, un rebenque.

 

1° CAMPEONATO ARGENTINO  de DOMA – 1950 – CÓRDOBA

 Con motivo de la Semana de Córdoba, el gobierno provincial auspició la organización de una celebración tradicionalista de primer nivel. El encuentro se desarrolló entre el 2 y el 5 de julio del Año Sanmartiniano.

El primer domingo de julio (día 2) por la mañana, se iniciaron los actos con un desfile. Durante los otros tres días se desarrolló el campeonato de doma, para lo cual se acondicionó el centro del hipódromo local.

Al cabo de esas jornadas se declaró “Campeón Argentino de Doma”, premiándeselo con una medalla de oro, a Onil Centeno, joven de 18 años, peón de la Estancia de los Sres. Diligenti, en la localidad La Francia de la provincia mediterránea, y “Vicecampeón” al jinete salteño Jorge Salgado.

El desarrollo de las distintas disciplinas lo sintetizamos enumerando los premiados.

En  “doma con apero” que al decir de hoy sería “con recado completo”, obtuvo el 1° Premio Juan Carlos Diz, representando a “La Montonera de Ensenada”, adjudicándose $ 1500; el 2° premio resultó para José Goméz, de Las Perdices, Córdoba, y consistió en  $ 800; 3° fue  Luis Benedo (‘Benedito’), de Buenos Aires, que recibió una rastra y un cuchillo; 4° premio para Luis Piscirillo, de Catriló, La Pampa, y consistió en un cuchillo; fue 5° premio Justo Martins, de Rosario, recibiendo una rastra y un mate; 6° premio recibió Ruperto Echeverría, de Santa Fe, distinguido con un  mate con bombilla; 7° premio Ercilio Sánchez, de Venado Tuerto, Sta. Fe, premiado con un mate con bombilla; el 8° fue para Pedro Arregui, de La Cocha, Córdoba, un mate con bombilla; 9° premio para Hugo Gianelli, de Oliva, Córdoba, un mate con bombilla, y 10° premio para Alberto Torres, de Estación Ordoñez, Córdoba, un mate con bombilla.

Indudablemente esta categoría fue la más numerosa, la más competitiva, y como se ve por los lugares de origen, muy federal. Tengamos en cuenta que estamos hablando de 70 años atrás, cuando la movilidad no era la de hoy.

En “Doma en potro pelao”, que sería la monta en pelo o de las clinas actual, resultó Ganador, Gregorio Pérez, de Lincoln, Buenos Aires, que se hizo acreedor a  $ 2000; resultando 2° Jerónimo Centeno, de la localidad de La Francia, Córdoba, que recibió $ 1000.

En “Doma en pelo con cinchón”: 1° premio Onil Centeno, de La Francia, Córdoba, $ 1700; 2° premio Hugo Miguel Arrambide, de Córdoba, $ 800;  3° premio Teófilo Zárate, de Las Achiras, Córdoba, un cuchillo; 4° premio Isidoro Martínez, de La Francia, Córdoba, un cuchillo; 5° premio Félix Andrada, de Córdoba, una rastra y un mate (montó con los ojos vendados); 6° premio Pedro Marín, de Córdoba, una rastra, y 7° premio Jorge Salgado, de Salta, u mate con bombilla.

En la difícil y discutida prueba conocida como “Salto de la maroma” ganó el 1° premio Jorge Salgado, de Salta, mereciendo por ello $ 3000; 2° resultó el joven Onil Centeno, de La Francia, Córdoba, quien recibió $ 2000; el 3° premio fue para Jerónimo Centeno, de La Francia, Córdoba, que obtuvo $ 1000; 4° Zenón Díaz, de La Francia, Córdoba, cuchillo y rastra, y 5° Pedro D. Peralta, de Las Peñas, Córdoba, un cuchillo.

Todos los premios se entregaron en un acto llevado a cabo en el Teatro Rivera Indarte.

La responsabilidad de jurar en todas estas pruebas, estuvo a cargo del siguiente equipo: Presidente del Jurado: Tnte. Cnel. Gustavo Revol; vocales: Cnel. Juan Carlos Montes, D. Antonio Raimondi, Tnte. Cnel. Rogelio Mohando, Dr. Manuel Augusto Ferrer, D. Tomás Barraza e Ing. Bernardo Kitroser. Secretario: Ernesto Guillermo Serrano.

Estamos a 112 años del primer concurso y a 70 del último de los evocados. Muchos años. Mucho tiempo ha corrido y los espectáculos de destrezas criollas hoy se reiteran en muchas localidades los sábados y domingos. Se acaba de crear la Raza de Caballos de Destrezas Criollas, y está pendiente que se reconozca a las jineteadas como un deporte, a pesar de que en 1986, estuvo en el Honorable Senado y la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, un proyecto que redactara el Dr. Luis Ernesto Moreno, que presentara la Federación de Centros Tradicionalista con el patrocinio del Diputado Dr. Carlos I Frayssinot, pero que lamentablemente no fraguó la Ley que se buscaba.

Hemos intentado plantar una semilla. Deberán otros regarla, y agregar plantines que completen la historia.

UNA YAPITA ORIENTALA

Entre enero y febrero de 1931, se desarrolló en Uruguay, el Primer Campeonato Sudamericano de Doma de Potros, que tuvo su epicentro en Montevideo, en dos sitios distintos: El Prado y el estadio del Club Peñarol, del que tomaron parte delegaciones de Brasil, Argentina y el propio Uruguay.

El mismo fue organizado desde Buenos Aires por Don Fabián Lemos, que parece haber sido en su mocedad un notable jinete. Había nacido en Barracas al Sud, en 1872. La intención de Lemos era “…hacer revivir la tradición rioplatense y al mismo tiempo confraternizar con los gauchos de los demás países americano…”

La delegación argentina estuvo integrada por Manuel González, Cipriano Torres, Juan Galíndez, Manuel Fernández, Juan Crisóstomo González, Cipriano Terán, Eustaquio Parodi, Pedro Alcazar, José González (todos paisanos de Buenos Aires), y Julio Cabezas, quien después sería reconocido animador, poeta y hacedor de botas de potro.

Había que demostrar las habilidades domando potros, novillos y mulas; pialar yeguas; bolear ñanduces y zorros; hacer tiros de lazo, cinchadas y correr la sortija.

El torneo fue ganado ampliamente por el equipo argentino, ya que el Jurado dictaminó: “los argentinos demostraron ser ordenados y diestros en los trabajos de campo. Doman con soltura y seguridad. Son corajudos y decididos; agarran y le ponen los cueros al que caiga. Montan en pelo sin mirarles el pelo. Doman sin estribos. El equipo se distinguió por la capacidad de trabajo de todos sus componentes, que demuestran conocer muy bien las tareas”.

Este mismo Lemos, en 1928 había viajado a Europa al frente de un conjunto de gauchos correntinos y entrerrianos, montando espectáculos de destrezas criollas, durante casi ocho meses, en las más conocidas Plazas de Toros de España. Quería que se conozca al gaucho auténtico.

Hombre de campo, “gaucho por los cuatros puntos cardinales”, había hecho una fortuna como fuerte comprador de haciendas, en especial caballadas; poseía corrales y campos por el bañado de “bajo Flores”y en Castellino (Avellaneda), y estancia en Videla Dorna, partido de S. M. del Monte, y puso su fortuna y sus días al servicio de la causa criolla

Murió el 11/01/1937 a los 65 años de edad.

                                                                                                            La Plata, 9/Enero/2021