sábado, 8 de octubre de 2022

MONUMENTO AL GAUCHO DE LA PLATA - Su Historia

 

El Monumento, aún en taller del escultor

Hondamente ligado a la Agrupación Bases y a la Federación Gaucha Bonaerense, está el devenir de las peripecias que llevó a la concreción del Monumento al Gaucho en la Ciudad de La Plata. Instancias que se inician el 11 de noviembre de 1942, cuando a raíz del arribo a La Plata de una delegación de la Sociedad Criolla “Dr. Elías Regules”, de la República Oriental del Uruguay, el Cónsul de ese país en la capital de la provincia, brindó en esa sede diplomática (48 esq. 6), una recepción a sus compatriotas y a los miembros de la Agrupación Bases y la Federación Gaucha Bonaerense, habiendo invitado a esa recepción, al gobernador provincial y otros altos funcionarios del gobierno.

Tocado por los discursos y el emotivo ambiente, hizo uso de la palabra el Sr. Gobernador, D. Rodolfo Moreno, planteando a los presentes “que el país estaba en deuda con el esforzado centauro de las pampas, y que ya era hora de concretar las bases de lo que debía su futuro monumento” (el destacado es nuestro); por supuesto sus palabras no cayeron al vacío, y la Federación Gaucha -virtual delegada de la Agrupación Bases para las cuestiones tradicionales-, puso manos en el asunto.

Así fue que unos cuarenta días después, en el despacho oficial del Sr. Gobernador se firmó un  acta comprometiéndose la erección del respectivo monumento, destacándose que el proyecto “responde a una iniciativa del primer mandatario”, y que la Federación se compromete a gestionar y concretar.

Una semana más tarde, el 30/01/1943, queda constituida la Primera Comisión encargada del proyecto, integrada ¡por 70 personas!, ocupando la presidencia Enrique Arau, vicepresidencia 1° César Díaz Cisneros, vicepresidencia 2° Santiago Rocca; secretarios: Carlos J. Ballbé, Justiniano de la Fuente y Mario Sureda; etc. etc.

Hoy, a muchos años de ese momento nos llama la atención que entre los vocales se encontraba el célebre escritor Benito Lynch.

El 3/03, ante la Asamblea Legislativa se leyó un proyecto de Ley que en su Art. 1° expresaba: “Autorízase al Poder Ejecutivo a invertir hasta la suma de doscientos mil pesos moneda nacional ($ 200.000 moneda nacional) en la erección del MONUMENTO AL GAUCHO en la Ciudad de La Plata”, pero… el devenir de los sucesos políticos hizo que el proyecto naufragase… al menos por el momento.

Muchas y idas y  venidas amagaron con sepultar el proyecto, hasta que casi veinticinco años después (considerando el momento del discurso del Dr. Moreno), la Federación Gaucha, inclaudicable con su presidente Otero Rossi a la cabeza, logra que el 15/09/1967, el Gobernador Imaz dicte el Decreto 8594, integrándose nuevamente la Comisión del Monumento al Gaucho.

Así las cosas, el 15/01/1968 se llamó a un concurso de maquetas pro monumento, en base a un reglamento de 26 puntos que compuso el Dr. -y buen criollo!- Noel Sbarra. La selección estuvo a cargo de un calificado jurado integrado por: Eleodoro Marenco (por la Federación), Jorge López Anaya (por Bellas Artes de la provincia), Rafael Martínez Pinto (por la Asociación Gremial de Artistas Plásticos), Vicente Carlos Krause (por la Facultad de Arquitectura), y Aurelio Machi (por la Escuela de Bellas Artes de la UNLP).

Las obras distinguidas fueron: 1° Premio, “Tranco Largo”, de Ricardo Dalla Lasta; 2° Premio, “El Centauro” de Luis Perlotti/Juan C. Ferrari, y 3° Premio, “El Bagual”, de Néstor Raúl Picado.

Por el Decreto 1636/63, se había establecido que el emplazamiento del monumento se haría en “la rambla situada en la confluencia de los caminos Gral. Belgrano y Centenario”, sitio también denominado Avda. Antártida Argentina y calle 522, espacio que posteriormente recibió el nombre de “Parque de la Tradición”, y es el acceso norte a la Ciudad de La Plata, y -en ese momento- el más directo con la Capital Federal.

El 8/12/1971 fue emplazado el monumento, dejándose para más adelante, cuando se concluyeran las tareas complementarias, la inauguración del mismo, acto que finalmente se concretó el 7/05/1972.

La ceremonia fue presidida por el Mtro. de Gobierno, Dr. Enrique Roig y el Intendente Municipal Cnel. Francisco Icazzati, y participaron del desfile inaugural las delegaciones gauchas que se detallan: Centro Tradicionalista de Ayacucho, C. T. de Cnel. Brandsen, C. T. “El Fogón” de Chivilcoy, A. T. “La Montonera” de Ensenada, C. T. “La Totora” de Magdalena, Fortín Gaucho Berissense, “Fogón los Amigos” de Gral. Lamadrid, “Fogón de los Gauchos” de  Cnel. Pringles, “Centro de la Tradición” de Pehuajó, Círculo Tradicional Argentino “El Lazo” de San Isidro y “El Cimarrón” de Suipacha, a los que hay que sumar a la representación de la Federación Gaucha.

En ese momento cúlmine, la Comisión Ejecutiva estaba integrada por Dalmiro Otero Rossi, Lázaro Seigel, Víctor Carlaván, Eduardo Rivas, Noel Sbarra, Mario R. de Olano y Héctor Antonetti.

Aproximadamente un lustro después, al agilizarse el ingreso a la ciudad con la construcción del distribuidor de tránsito bautizado “Pedro Benoit”, hubo necesidad de desmontar el monumento, por lo que vivió un momento de incertidumbre, hasta que fue re instalado frente al entonces llamado “Hogar Serventte”, en la intersección de las calles 12 y 524, por lo que perdió el lugar de privilegio que tenía según el proyecto original, ya que ocupaba un lugar central en la entrada de la ciudad, habiendo sido relegado por la mudanza, a un lugar de segundo plano, más vale barrial.

En grandes trazos, quede reseñada la historia del platense Monumento al Gaucho, monumento al que la pluma del poeta inmortaliza en estos versos:

 

CULMINACIÓN

(ante el monumento al Gaucho)

 

Cual semilla constituida

con la sangre de la raza,

y guardada en la coraza

y la esencia de la vida;

ansí se hallaba dormida

la noble y sagrada herencia

golpiando nuestra concencia

dende su lial cautiverio,

y de un projundo misterio

nos gritaba su existencia.

 

Cual tibia, amorosa entraña,

mantuvo el fruto la tierra;

madre conciente que encierra

el ser que nadie le daña,

y con fervor que no extraña

negaba su nacimiento;

tal vez no hallaba el aliento

que tuito viviente espera,

rara y humana manera

de temer un falso intento.

 

Pero el secular abono

de honradez, de sentir puro,

su confianza en el futuro

porque él no engendró el encono;

vislumbrando el abandono

del patriotismo, la trampa

que en sus retoños acampa

multiplicando el perjuicio,

jundao en su sano juicio

pa’ brotar rompió la pampa.

 

Y aflora irradiando a mares

ejemplos incomparables,

virtudes inagotables

(las menos pa’ sus cantares),

quizá callando pesares

pa’ restañar las heridas;

no piensa en juerzas vencidas

si no en ofrecer aliento,

y gambetiar el momento

de malgastarse en partidas.

 

Pa’ soportar los embates

hoy ya no basta templanza;

ni manotear la esperanza

que habrá fáciles combates;

paso que dés, los remates

deben ser marcas de juego;

pa’ que no vea más luego

con error, el que te escucha.

Consustanciao con tu lucha

ansí te rezo mi ruego:

 

¡Metal frío! permitime

que arrodille el alma mía,

con humildá, con hombría

que de justo orgullo gime,

ante la visión sublime

de la figura querida;

con voz simple, conmovida

el pecho abierto te muestro…

¡Sos de bronce, gaucho nuestro,

de bronce, pero con vida!

                               (6/05/1972)

Versos de Roberto Coppari  (1924 / 2007)

El autor, hablando ante el
Monumento al Gaucho,
el Día de la Tradición de 2021

Nota: Lo que antecede corresponde a las páginas 64 a 68 del libro "Día de la Tradición y Agrupación Bases" (2016), del autor



                               

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