El pasado martes 14/11, el amigo Agrelo ha cumplido 60 años. Lo homenajeamos con este comentario
Nació en la Ciudad de Bs. As. el 14/11/1957, en el seno de una tradicional familia criolla, vinculada a los albores de la Nación y a la música argentina, ya que es chozno de Pedro José Agrelo, vocal Constituyente en la Asamblea de 1853, y sobrino nieto del 1º concertista de música argentina, Juan Alais.
Claudio Agrelo, en la audición "La Huella", Radio Provincia LS11, 19/10/1992 |
Nació en la Ciudad de Bs. As. el 14/11/1957, en el seno de una tradicional familia criolla, vinculada a los albores de la Nación y a la música argentina, ya que es chozno de Pedro José Agrelo, vocal Constituyente en la Asamblea de 1853, y sobrino nieto del 1º concertista de música argentina, Juan Alais.
Se crió en
el porteño barrio de Flores, al que gusta llamar “el Pueblo de San José de
Flores”, como antaño se decía cuando se afincaron sus mayores. A todo esto, su
padre tenía un tambo por Marcos Paz. Contó alguna vez: “Mi abuelo fue un
hombre de campo -como toda la familia de mi padre- y supo ser guitarrero y cantor”.
Casualmente, cuando cumplía 7 años, fue su abuelo quien obsequió una guitarra.
Ya más
grandecito su padre le regalará un caballo colorado, definiéndose entonces sus
dos pasiones, la guitarra y el caballo.
Por su
afición a éste, es que a los 20 años se conchaba en el Mercado Nacional de
Hacienda, en “Mataderos·” como
popularmente se conoce el sitio, y forma entonces entre “los reseros”, como se
denomina a los trabajadores de a caballo. Transcurrirán 3 años en los que
silenciará la guitarra “artísticamente”, para enriquecerse en el aprendizaje
del trabajo paisano, y escuchando las narraciones y el canto criollo de boca de
sus curtidos compañeros.
Antes,
cuando solo tenía 15 años, apadrinado y presentado por el cantor Carlos Ríos,
debuta en el célebre programa “Un Alto en la Huella” de Miguel Franco. Corría
1972.
Reconoce en
Carlos López Terra y Wenceslao Varela, el norte de su rumbo; sin dejar de
reconocer que también se ha nutrido de Pedro Risso, Rafael Bueno, Secundino
Cabezas, Vasco Giménez, entre otros poetas de trazo muy campero.
Si bien
volcó al papel sus pensamientos líricos desde joven, se dio el tiempo
suficiente para cimentar su oficio, interpretando temas de aquellos, y recién
cuando sintió que podía pisar con toda la pata, comenzó a misturar los versos
de su cosecha.
En el año
92, cuando la Municipalidad de Lomas de Zamora organizó el Certamen “Nicanor
Kruzich”, que premiaba al ganador con la edición de un libro, presentó una
carpeta y confió a los amigos: “Si llegará a ganar, voy a pedir que editen
los versos de Kruzich y no los míos”. Finalmente obtuvo una “Mención”.
Destacamos
que en 2005 y 2006 obtuvo el Premio “Santos Vega” como mejor cantor solista.
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