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1520 Radio Chascomús – Audición “CAMPO AFUERA”
Micro Nº 20 – 29/11/2017
Antes de salir
“campo afuera” pa’ poder tender la vista mirando lejos, dende’l banco chueco en
el que estoy sentao, vamos a ver si le arrimamos unas “astillas” al “Fogón de
los Poetas”.
El 8/10/1999, la
sección Opinan los Lectores del diario El Día de La Plata, bajo el título de
“Poeta Costumbrista Pampeano” me publicó una evocación, escrita a raíz de creer
que en ese año 99 se cumplían 30 años de su fallecimiento… cosa que había
ocurrido en 1996.
A raíz de la misma, ese
día se comunicó conmigo, después de hurgar buscando mi teléfono, una señora
nativa de Tapalqué que estaba radicada en esta ciudad. La movilizaba una
actitud de agradecimiento, hacia quien “se
había acordado de evocar a Omar”. Se quedó sorprendida cuando le conté que
no tenía contacto alguno con su familia, a pesar de haberlo intentado un par de
veces; “No puede ser -me respondió- ‘Morito’ (así llamaba al hijo del poeta)
es muy cordial… deme cinco minutos que yo
habló con él y lo llamo”. Renuncio a los detalles por una cuestión de
brevedad, y retomo diciendo que 3 o 4 días después, a eso de las 4 de la tarde,
Omar Javier Menvielle (h), “Moro”, me recibía en su casa de Buenos Aires. Esa
es mi primera fuente de información fidedigna.
2 o 3 años después,
leyendo una revista de temas tradicionalistas, me encuentro con un aviso que
más o menos decía: “Compro ejemplar del libro Relinchos”, acotaba un teléfono y
un nombre, Loly Menvielle. Me llamó la atención que alguien del mismo apellido
del poeta hiciese ese pedido, y como casualmente entonces conocía dos lugares
que tenían en venta el dicho libro, llamé al teléfono indicado, atendiéndome la
aludida Loly, sobrina nieta del poeta. Poco tiempo después se allegaba a La
Plata acompañada de su esposo, para visitarme, trayéndome información que
siempre agradezco, como fotos, la conformación del tronco familiar, e inclusive
la grabación de la voz del propio Menvielle. Ha sido pues, mi segunda fuente de
información.
A través de ella conocí
a sus primos, los hijos de “Moro”, o sea nietos del poeta, y fue por allí que
hasta llegué a evacuar algunas consultas cuando decidieron volver a publicar el libro del abuelo (3° edición), el año 2014.
Ya que estamos saliendo
por la Radio Gaucha de Chascomús, contamos una anécdota que tiene que ver con
la zona: no sabemos con precisión en qué año fue, pero lo cierto es que compró
un lote de terreno en dicha ciudad, en la entonces calle Lastra (hoy Pte.
Alfonsín) y Vías del Ferrocarril, y le encargó a un señor de apellido Burgos,
la construcción de un rancho criollo -al que bautizó ‘Rancho Grande’-, en el
que solía refugiarse a escribir o bien reunirse con amigos paisanos que lo
acompañaban evocando viejos tiempos. Por 1996/98, Ignacio Moyano, nieto de
aquel ‘constructor’ Burgos, le ofreció a Juan de Oar un lote de 10 o 12 palos
de quebracho de 3mts. cada uno, y hecho el negocio le comunicó que habían
pertenecido al rancho de Menvielle, el que había sido demolido. Esto me fue
referido por el propio Juan.
(Se ilustró con las 8 décimas de CARTA, que se pueden leer en el blog "Antología del Verso Campero")
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