miércoles, 28 de julio de 2021

AROLDO RITACCO - Un Norteño en Buenos Aires

 Aclaramos de entrada que vamos a ocuparnos de un libro que no responde a la temática costumbrista, pero que sí habla de nuestra gente.

“Un Norteño en Buenos Aires”, de Araldo Ritacco, es un relato desarrollado en 120 páginas y dividido en 15 secuencias.


En él, un docente tucumano -Eustaquio-, cuenta su experiencia de radicarse en plena Capital Federal, una vez que estuvo jubilado.

La obra, que es lineal en su desarrollo, sin superposición de tiempos, situaciones ni personajes, se destaca por la sencillez de recursos y lenguajes, lo que no deja de ser un aval para su intención de ser un ejemplo útil, a quienes, muchas veces, se sienten deslumbrados y atraídos por las luces de la gran urbe.

El personaje se presenta diciéndonos: “Nací en Yerba Buena, allá al final de la avenida Mate de Luna, cerca del cerro San Javier, y en ese rincón casi descampado en aquel tiempo, fui creciendo, me hice hombre, estudié y al final llegué a director de mi querida escuelita de la niñez.”

Eustaquio (Negro) está casado con Zulema (Zula), porteña y también maestra, que joven se fue a ejercer a Tucumán; tienen una hija, Ana María que casada con Roberto, se radica en Bella Vista cuando a éste le dan Campo de Mayo como destino laboral; el matrimonio tiene un hijo, Robertito.

La mudanza de la hija y el distanciamiento del nieto, comienzan a despertar en Zula, nostalgias por su Buenos Aires de ayer, y poco a poco, su insistencia logra convencer al Negro, de abandonar la apacible vida de Yerba Buena para ir a radicarse a la Capital, a la casa que su esposa ha heredado de sus padres, en barrio de Palermo.

De aquí en más, el relato habla del desarraigo, del ser cuasi extranjero en su país, de lo doloroso de la migración interna; y de lo innecesario que a veces esta resulta.

En esta circunstancia Eustaquio reconoce que en su pueblo tucumano, su familia vivía en felicidad, aunque entonces esta pasase desapercibida... y lo descubre, pues, al perderla.

El pulpo de Buenos Aires, que atrae con su modernidad, sus luces, su tecnología y sus aparentes posibilidades de superación laboral, exige una gran cuota de sacrificio y adaptabilidad, que no siempre se justifica sufrir, según el relato de Eustaquio.

En las distintas secuencias nos habla de la incomunicación, la intolerancia, la educación, el apuro, la vida en departamentos, el ruido, el respeto, todo en relación a la vida de los habitantes de una gran urbe.

La experiencia para Zula y el Negro resulta nefasta, a tal punto que la misma Zula conciente en el retorno al apacible Tucumán; aunque no lo digan: en busca de “su” edén perdido.

En contratapa del libro la editorial ha expresado: “...deben leer este libro todos los provincianos, preferentemente antes de decidir su radicación en Buenos Aires, y deben leerlo los porteños para conocer la opinión de sus compatriotas del interior del país.”.

“Un Norteño en Buenos Aires” fue publicado por Editorial Mundi, en marzo de 1972, y su portada está engalanada por una tinta de Rodolfo Ramos.

Valga decir que Don Araldo Ritaccco, era nativo de Luján, ciudad en que nació el 26/11/1917. Cursó estudios hasta graduarse como odontólogo, habiendo ejercido la profesión y también la docencia universitaria.

Participó activamente de la vida política, siendo electo diputado nacional en 1963.

Como escritor realizó obras temáticas sobre su profesión y obras literarias como la citada, y además “Deslumbrantes colibríes”.

Falleció en Buenos Aires a la edad de 67 años, el 30/09/1985.

La Plata, 17 de julio de 2001 (y 04/2005)

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