LR 11 – Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y
BLANCO”
Micro Nº 13 – 05/02/2017
Con su licencia, paisano! Acomodado en la cocina grande,
junto a la ventana para tener mejor luz, mientras gustamos un mate, vamos a ver
si compartimos “Decires de la campaña”.
LAZO
Prenda indispensable y que nunca debe faltar en el recado
de trabajo; respecto del de dominguear… en otro momento lo charlamos…
Como muchas de las pilchas que hacen a nuestro acervo
criollo, le encontramos el origen en viejas culturas de Asia, del Mediterráneo,
de la “vieja” Europa (nombremos entre otras: la bota de potro, el poncho, la
taba, el facón, el estribo, la espuela, la flor de cardo que vimos en el
capítulo anterior, y muchas cosas más); lo grandioso de esto, lo realmente
importante, ha sido la adaptación, reinterpretación y particularidades que
nuestra gente le dio, confiriéndoles allí su fuerte condición de cosa
“criolla”, más allá de cual fuere su origen.
En su origen, cuando en euroasia se cazaba el primitivo caballo
“tarpán”, el lazo se componía de una larga caña o un palo largo, en cuyo
extremo llevaba una armada fija hecha con una lonja de cuero, por lo que el
jinete debía acercarse al animal a apresar para poder meter aquella lazada en
su cabeza. Y según el entrerriano Martiniano Leguizamón, el mismo método
utilizaron nuestros “mozos de la tierra” en épocas anteriores a las "vaquerías" que vieran nacer al gaucho.
Repasando nuestras tradiciones encontramos lazos de un solo
tiento torcido al revés, al que se denomina “lazo chileno”, luego los hay de
dos, tres, cuatro, seis y hasta ocho tientos. En cuanto al largo del lazo usado
en nuestra campaña, los estudiosos que abordaron el tema hablan de entre 17 y
20 metros, aunque no debemos olvidar los decires de Saul Huenchul cuando le canta
a su “Lazo de 20” brazadas con lo que estaríamos hablando de un extraordinario
ejemplar de 34 mts. por lo menos. Vale decir que para trabajar a pie en el
corral, se preferían trenzados más cortos.
Todo lazo se compone de 4 partes: la argolla (de unos seis
centímetro de diámetro), la yapa (la parte más gruesa que contribuye a darle el
peso necesario para volcar el tiro), el cuerpo propiamente y la presilla; y su
uso es indistintamente de a pie o de a caballo.
No solo ha sido herramienta de trabajo, sino que ha probado
eficiencia en las guerras de la independencia y en las gauchas montoneras; vale
acá recordar que cuando las invasiones inglesas, un jovensísimo Miguel de
Güemes, aprovechando la bajante del río tomó una nave enemiga enlazándola; del
mismo modo y en arriesgadas acciones, no faltaron los soldados gauchos que en
desesperada arremetida tomaron a lazo alguna pieza de artillería que castigaba
fuertemente a su ejército.
Buscando información nos encontramos con las valiosas
opiniones de Don Ambrosio Juan Althaparro, que por su importante significación,
nos hemos tentado de leerlas textualmente en la edición del próximo domingo.
Cerramos ahora con las 4 décimas tituladas “El Lazo”, que
como estilo cantara Gardel, que el lec
tor encontrará en el blog "Poesía gauchesca y nativista".
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