LR 11 – Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y
BLANCO”
Micro Nº 53 – 17/12/2017
Con su licencia, paisano! Acomodado en la cocina grande,
junto a la ventana para tener mejor luz, mientras gustamos un mate, vamos a ver
si compartimos “Decires de la campaña”.
Si bien en nuestra campaña la primera estancia que se
alambró en todo su contorno fue “Los Remedios” de don Francisco Halbach y esto
ocurrió por 1855, poco a poco, el ejemplo cundió, se fue extendiendo, y grandes
extensiones de campo de se fueron cercando. Aquellos primeros alambrados fueron
del tipo “de púa” aunque muy diferentes a los actuales, ya que dicho alambre
consistía en una especie de chapa gruesa, con púas por el estilo de los dientes
de un serrucho, distanciadas una de otra.
Aquel primer alambrado, según don Noel Sbarra en su libro
“Historia del Alambrado en la Argentina”, se componía “de cuatro hilos de alambre de los números 5 y 6, sujetos con grampas a
los de ñandubay (postes enteros) plantados cada 50 varas (unos 43 mts.) y con medios postes cada cinco
varas”.
El mismo investigador nos recuerda un aviso publicitario de
1882, en el que se expresaban las virtudes del “Alambre de acero invencible del Creusot -industria francesa-: es mejor – dura más – es más barato. Fuerza
– duración – economía”.
Con el avance del alambrado, al ir apotrerándose los
grandes campos, y al ir amansándose la hacienda y adaptándose a esta nueva
vida, ya no fue necesario que todos los hilos del alambrado fueran de “púas”, y
apareció el alambre liso, y ya los alambrados fueron haciéndose míxtos. Estos
alambre lisos los hubo de distinto diámetro, siendo bastante gruesos los usados
originalmente, bastante más que los lisos actuales.
El liso fino sirvió para reemplazar las grampas, y con éste
se comenzaron a hacer las ataduras que fueran necesarias, ya se en postes
intermedios como en las varillas que comenzaron a proliferar, incluso… se
difundieron -teniendo mucho uso-, varillas hechas de alambre grueso retorcido.
Este alambre liso fue remplazando también las lonjas de
cuero que humedecidas, se usaban para todo tipo de ataduras en la construcción
de un rancho. Y así, poco a poco, no hubo función que no pudiese cumplir el
alambre liso, al punto tal que se transformó en sinónimo de solucionar el
problema más imprevisto, de allí aquella frase hoy popular, de que “lo atamos
con alambre”.
Como definición
podemos copiar aquello de que: ”Se denomina alambre a
todo tipo de hilo delgado que se obtiene por estiramiento de los diferentes
metales de acuerdo con la propiedad de ductilidad que
poseen los mismos. Los principales metales para la producción de alambre
son: hierro, cobre, latón, plata, aluminio, entre otros (…) antiguamente se llamaba alambre al cobre y sus aleaciones de bronce y latón".
Para ilustrar
poéticamente algo de lo dicho recurrimos a los versos que Luis Balbo titulara
“Alambre de Fardo” (Se pueden leer en el blog "Poesía Gauchesca y Nativista"
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