LR 11 – Radio
Universidad – “CANTO EN AZUL Y BLANCO”
Micro Nº 75 –
17/06/2018
Con su licencia,
paisano! Acomodado en la cocina grande, junto a la ventana para tener mejor
luz, mientras gustamos un mate, vamos a ver si compartimos “Decires de la campaña”.
El 22 de abril
dedicábamos este espacio a “la lluvia”, y por lo general, ésta ha sido
anticipada por la “tormenta”, aunque
a veces, en épocas de sequía, amaga una y otra vez, sin llegar a descargar -la
en ese momento ansiada- lluvia.
Los estudiosos definen
a la “tormenta” como “aquella nube capaz de producir un trueno
audible”, y también a aquellos fenómenos violentos en el aire, que pueden
culminar en fuertes lluvias, granizo, fuertes vientos, nieve y descargas
eléctricas, con el peligro que conlleva la caída del rayo.
Siempre a nivel de los
investigadores, “tormenta” es “el
choque de dos masas de aire de diferente temperatura; este contraste térmico
provoca una inestabilidad que culmina en la lluvia”.
Quien presta atención a
los fenómenos de la naturaleza (y el hombre de nuestra campaña ha sabido
hacerlo), pueden o suelen anticipar con cierta certeza su aproximación, su
vecindad.
Así, cuando se observa
en las hormigas una actividad mayor que la habitual, como “trabajando” a
destajo, acumulando material para varios días, es señal fehaciente que el
tiempo se descompondrá; si los yeguarizos, un de repente comienzan a disparar
haciendo tronar al potrero, tirando patadas al aire en un estado de excitación,
costeando el alambrado como buscando ganar distancia, es clara señal que se
avecina una tormenta brava.
Si cerca de las casas
en algún árbol hay una colmena de abejas o un panal de avispas, y de pronto
éstas desaparecen, abandonando su trabajo habitual, como que buscaron refugio,
también es señal evidente que viene tiempo malo.
Por último, entre otros
muchos avisos, digamos que si uno de los perros de la casa es víctima de una
desesperación por ganarse a lugares en los que regularmente no entra, llámese
la cocina, una pieza, el galpón o algún otro lugar cerrado, y anda de un lado a
otro con la cola entre las patas, gimiendo y buscando de esconderse, también es
señal indicativa que viene tormenta con descargas eléctricas y lluvia; ocurre
que algunos perros perciben sonidos y olores que a nosotros no nos llegan.
Esos días de veranos en
los que la temperatura y la mucha humedad en el ambiente se vuelven
insoportables, también es señal de que el tiempo mejorara porque vendrá una
lluvia abundante.
En la inmensidad de la
llanura, divisar hacia el horizonte, la formación de una “tormenta” que parece avanzar hacia donde estamos, no deja de ser un
paisaje, a veces bello, otras temible, y a ese momento lo pinto Omar Moreno
Palacios: “El toro de los truenos viene
bramando, pechando nubarrones, negriando el campo”. Recurrimos ahora a la
inspiración de Pedro Boloqui, con las cuatro décimas de "Temporal". (se pueden leer en el blog "Poesía Gauchesca y Nativista")
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