Aunque parezca mentira, algo difícil de
creer, y resulte finalmente una injusticia, en las últimas horas del martes 20 de febrero, a menos de tres meses
de cumplir 97 años, falleció en la ciudad de Buenos Aires, Don Osvaldo
Guglielmino, el notabilísimo escritor y poeta identificado por nacimiento y
vida, con la bonaerense ciudad de Pehuajó.
Ningún medio de alcance nacional, ni
diario ni revista, fue capaz de dedicarle una merecida necrológica; quizás su
pecado haya sido estar identificado con lo popular y haber sido funcionario en
dos gobiernos que encabezara Perón. Y aunque yo no me identifico con dicho
movimiento, me resulta imposible no reconocer los méritos de su obra.
Como en aquellas viejas ollas de tres
patas que ‘tayaban’ en los fogones camperos y las humildes casas pueblerinas
donde se cocinaba a leña, tres pueden haber sido los sustentos de su obra: la
personalidad y vida de Manuel Dorrego, el valor político y emprendedor de
Rafael Hernández, y el cantar de Martín Fierro.
Su obra amplia y disímil -aunque se le
pueden encontrar puntos de contacto-, se inició a los 18 años de edad, cuando
su padre le financió la publicación del poemario “Preludio”. Tenía 11 años,
cuando subyugado por la belleza de una compañerita de la primaria comenzó a
conjugar las primeras rimas, tiempos en los que casi desconocía aún lo que era
la poesía.
Nació en el
pueblo de French, el 8/05/1921, siendo el menor de los tres
hijos del matrimonio de Luisa Russo y Albino Guglielmino, quien a los tres
meses de vida de su último hijo, mudó a la familia a la ciudad de Pehuajó,
buscando mayor futuro a su oficio de panadero.
Hace los estudios primarios, que continúa luego en
el Colegio Nacional de esa ciudad, donde obtiene el título de bachiller en
1940.
Inmediatamente se inscribe en la Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP, para lo cual se establece en
la capital provinciana, en casa de su tía Isolina Guglielmino, en calle 12 e/69
y 70 (*),
graduándose al cabo de cinco años como Profesor en Letras.
A cien metros de donde vivía, (12 N° 1773) se
encuentra la Iglesia de San Francisco de Asis (entonces de la orden
franciscana), en cuya vereda, una calurosa tarde de diciembre de 1945, ve
entrar una pareja que iba a unirse ante Dios, y ¡oh sorpresa!, no eran otros
que Eva Duarte y Juan Perón, de quienes sería ferviente admirador y seguidor de
sus políticas. Tenía entonces 24 años.
(Diez años después y por muy breve espacio de
tiempo sería Director de Fomento y Estímulo Cultural).
Concluidos los estudios y ya de regreso en su
ciudad, se inicia en la docencia en la Escuela Municipal y el Colegio Nacional
donde había sido alumno, del que -a partir de 1952- será su director.
Atraído por la literatura desde la adolescencia, a
lo largo de su prolífica vida de escritor -que abarca poesía, narración,
ensayo, teatro e investigación- ha dado a la imprenta más de treinta títulos.
Miembro notable de la reconocida “Generación del ‘40”,
ha sido valuarte del movimiento conocido como “adentrismo”, que él mismo define
como la poesía que “sale
desde adentro mancomunada con el espíritu de la tierra”, la
que tiene una “doble
actitud subjetiva y geográfica”, aspecto sobre el que escribió un ensayo.
El aborigen, el gaucho, la guerra del desierto, la
historia del oeste bonaerense -su lugar-, están recurrentemente reflejados en
su vasta obra.
Pero no se agotan ahí sus inquietudes y también
aborda el tema del lunfardo, siendo incorporado el 18/10/1973, como miembro de
la Academia Porteña del Lunfardo.
Por esos años y con Perón nuevamente en el
Gobierno, ocupará el cargo de Subsecretario de Cultura de la Nación, siendo
entonces responsable de Ediciones Culturales Argentinas (ECA).
Imposible no recordar que fue Guglielmino quien
reivindicó la figura de Rafael Hernández, al ubicarlo precisamente en el lugar
de fundador de la Universidad de La Plata, la que en 1901 logró su única
colación de grado.
Como la misma era de carácter provincial, “el
mérito” de Joaquín V. González en 1905, fue haberla nacionalizado.
No lo sabemos fehacientemente, pero quizás el
lustro que vivió en La Plata con motivo de sus estudios universitarios, al
conocer que el Colegio Nacional (dependiente de la UNLP) llevaba el nombre
Rafael Hernández, sintió curiosidad del porqué de esa denominación, y comenzó
hurgar en la historia de la casa de altos estudios, ya que el libro que le
dedica, “Rafael Hernández, el hermano de Martín Fierro”, aparece en 1949 a solo
tres años de haberse graduado.
Cerrando esta reseña, digamos que en 1974 recibió el
Premio Consagración de Literatura de la Provincia de Buenos Aires.
Entre sus importantes distinciones no podemos dejar
de mencionar que en 1991, con el voto
unánime en las Cámaras de Diputados y Senadores, la provincia ¡su provincia!,
lo declaró Personalidad Destacada de la Cultura Bonaerense.
En 1993 la Cámara de Diputados de la Nación lo
nombró “Mayor Notable Argentino”, y diez años después, por Ley 1260 sancionada
el 4/12/2003, la Ciudad de Buenos Aires lo destacó “Ciudadano Ilustre”.
Algunos títulos de su vasta obra, son:
“Preludio” -poesía- (1939) - “24 Horas” -poesía-
(1941) - “Mensaje” -poesía- (1946) - “Ida y vuelta de Juan Sin ropa” -poesía-
(1949) - “Rafael Hernández, el hermano de Martín Fierro” -ensayo biográfico- (1949) - “Estero
Profundo” -novela- (1955) - “Juan Sin Ropa” -poesía- (1957) - “Retablo
Pehuajense” -poesía- (1961) - “Nuestra Frontera” -teatro- (1962) - “Sonetos y
canciones del desierto” -poesía- (1965) - “Las Vacas” -teatro- (1967) - “Canto
fundamental” -poesía- (1967) - “Adentrismo” -ensayo- (1968) - “Villatun” -poesía-
(1970) - “La epopeya del desierto” -novela- (1971) - “Las leguas amargas” -novela-
(1972) - “Rumbo sur” -historia novelada- (1977) - “Esta heroica memoria de la
tierra” -poesía- (1977) - “Dorrego, civilización y barbarie” -ensayo- (1980) -
“El canto libre” -poesía- (1981) - “Pantaleón Rivarola y las atrocidades
inglesas” -ensayo- (1983) - “Perón, Jauretche y revisionismo cultural” -ensayo-
(1984) - “La epopeya nacional y popular” -poesía- (1985) - “Poemas de la
tierra” -poesía- (1986) - “Canciones del descubrimiento” -poesía- (1986) - “Kuonyipe
y otros poemas americanos” (1990) - “Oratoria a la Virgen de Luján” -poesía-
(1991) - “Juan el Oso y de cuando los Reyes Magos llegaron al Sur” (1998) - “Canto
Fundamental y Retablo Pehuajense” (1999) y “Juan Sin Ropa” -poesía- (2000) –
“Martincito Fierro” -poesía-; etc. etc.
La
Plata, 4 de Abril de 2018
(*) La dirección se ubica a unos 200 mts. del domicilio del autor del
artículo.
Fuentes: “Vida y
Obra de Osvaldo Guglielmino”, de Jaime Sureda
“Diccionario Biográfico de
Escritores Costumbristas Platenses”, de
Carlos R. Risso
Reportaje de Susana Rigoz ,
2009 (DEFonline.com.ar)
(Publicado en la web de El Tradicional en 04/2018)
El cumpleaños es el 08/04/21
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