AM
1520 Radio Chascomús – Audición “CAMPO AFUERA”
Micro Nº 28 – 24/01/2018
Antes de salir
“campo afuera” pa’ poder tender la vista mirando lejos, dende’l banco chueco en
el que estoy sentao, vamos a ver si le arrimamos unas “astillas” al “Fogón de
los Poetas”.
El pasado 20/01 se
cumplieron 50 años, de que minutos antes de las 24, con 15 años, subía, como
miembro de la Delegación Oficial de la Provincia de Buenos Aires, al escenario
de la Plaza Próspero Molina, de Cosquín, bajando un rato más tarde, ya 21/01, con
16 años, la edad mínima exigida para poder concursar.
Claro que aquellos eran
otros tiempos, y aquel… otro Cosquín. No existían los “pre”, y todas (o casi
todas) las provincias se encontraban representadas por una delegación que se
constituía más o menos “a dedo”. Las mismas se alojaban en casas de familia, y
por turnos, se asistía para almorzar y cenar, a otra casa establecida para ese
efecto.
A la que nos tacaba
asistir también lo hacía un joven cantor pampeano, Juancito Quevedo (quien poco
después viajó a España y allí se radicó), y como en esos días era su
cumpleaños, allí se lo festejó, participando de la reunión -por amigo
suyo- José Larralde, quien se había
consagrado el año anterior.
Aquel año fue
revelación “el soldadito cantor”, Rosendo Arias, a quien veíamos con su
uniforme de servicio, y si mal no recuerdo fue consagración Víctor Heredia
quien era muy aplaudido interpretando su zamba “Para Cobrar Altura”; otros dos
jóvenes de entonces a los que les fue muy bien eran, Roberto Rimoldi Fraga y “El
Chino” Martínez, a quien una noche, el público llevó en andas.
Nuestra “delegación” se
armó por iniciativa de un grupo, que un tiempo antes, se había desprendido del
conjunto “Cruz del Sur”, elenco que representaba a la platense Peña Pucara, mientras
que yo integraba (y lo seguí haciendo hasta fines de 1976) la Agrupación
Nativista “El Alero”, como decidor y malambista.
Hoy a la distancia
rememoro que cabeza de aquella iniciativa fue Carlos Attemberg, quien al año
siguiente sería Campeón Nacional de Malambo en el Festival de Laborde, también
en Córdoba, pero entonces ya lo hacíamos como “Agrupación Pampa”, conjunto que
fundamos a poco de regresar de Cosquín, sobre la base de aquella delegación.
Volviendo al principio,
era la nuestra una representación “corta”, pues era solamente de diez personas.
Ya que varios no andan más las huellas terrenas, los nombro a todos para
evocarlos. Parejas de baile: Carlos
Attemberg-Angelina Bustos; José Carrizo-Susana Grilli; y Susana Argañaráz con
quien esto cuenta; en canto y guitarra Francisco Chamorro, y en guitarra base,
Jorge Suárez. Bastonero, Amancio Molina, y boyerito, su hijo Pablo.
Esta circunstancia hizo
que solo pudiéramos sumar puntos en las categorías: pareja solista y conjunto
de danza, malambo solista, decidor/cuentista, y solista de canto y guitarra, lo
que a nivel delegación nos quitaba cualquier posibilidad de figuración ya que
carecíamos de conjunto vocal, duo, conjunto de malambo, solista
instrumental, solista vocal femenina, y algo más…
Pero no nos fue tan mal
ya que Chamorro, nuestro solista de canto y guitarra se alzó con el Camin
Cosquín (primer surero en recibir tal
distinción), y con el conjunto de danzas tuvimos que disputar una final con
el de la Delegación de Chaco, que finalmente se impuso, curiosamente bailando
un chamamé coreografiado, representando aquel característico cuadro de Molina
Campos, referido a el casamiento. Por nuestra parte, pusimos el mayor esmero al
bailar una “media caña”.
La inexperiencia
también jugó su parte, y no asistimos con nuestro delegado a la reunión en la
que el jurado daba opinión sobre lo actuado. Esto lo supimos el último día,
cuando proliferaban los abrazos y despedidas con quienes nos habían acogido
familiarmente, y con colegas de otras delegaciones; y así fue que el “decidor”
de La Pampa, contó que en esa reunión que no asistimos, el Jurado había
explicado que el único participante “decidor” que había cumplido con el
reglamento había sido el de Buenos Aires… pero eso… ya era historia.
Y a decir verdad, cierto que podría habernos
ido mucho mejor, como que al formarse el
grupo allá por septiembre de 1967, lo integraba Raúl Dadona, a mi entender, el
mejor “decidor” que pisó La Plata y su zona de influencia; no por nada fue el
presentador de “La Vizcachera” de El Chango Nieto por espacio de 20 años. Por
cuestiones que escaparon a mis pocos años, casi a último momento Dadona
desistió de embarcarse en el proyecto, y al tener que salir a buscar un
reemplazante, más allá de la edad, decidieron que sea yo el que interpretara
“Los Medinas” de D. Omar J. Menvielle. Pero no tengo dudas, que de haber estado
Dadona en el escenario, otro “Camin” hubiese tenido por destino Buenos Aires.
Para mis 16 años de
entonces ya era mucho premio haber estado en el escenario, compitiendo en el
mismo rubro en que 3 años antes se había consagrado Landriscina; el mismo al
que en esas noches subieron Eduardo Falú, Atahualpa Yupanqui, El Chúcaro,
Mercedes….
Nunca más volví a esa
Plaza ni pisé ese escenario, pero guardo en mis recuerdos, como preciado
trofeo, imágenes de aquellos gratos momentos… y también “la contentesa” (como
diría mi abuelo), de saber que he seguido siempre y firme, el mismo trillo
gaucho.
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