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1520 Radio Chascomús – Audición “CAMPO AFUERA”
Micro Nº 37 – 04/04/2018
Antes de salir
“campo afuera” pa’ poder tender la vista mirando lejos, dende’l banco chueco en
el que estoy sentao, vamos a ver si le arrimamos unas “astillas” al “Fogón de
los Poetas”.
Tras algunas idas y
vueltas ocasionadas por su padrastro Soto, en 1933, cuando tiene 8 años, su
hermana Josefa y su esposo Antonio Lucente imponen la decisión de hacerse cargo
de su tenencia y crianza, llevándolo a la Estancia “El Mirador”, establecida en
el Departamento de Caseros, provincia de Santa Fe.
Allí su cuñado Lucente
es responsable de un importante tambo, y como no podía ser de otra manera
Roberto será “boyero” y “apoyador”.
Supo recordar en los
últimos años de su vida, que tras los dolores sufridos en aquella niñez, tuvo
una pre adolescencia de suma rebeldía, contestataria y molesta, que se irá
aplacando poco a poco, al sentirse integrante de una familia.
Su deseo de ir a la
escuela aún no se concretaba, pero tras la jornada de ardua tarea, a la luz del
farol, guiado por Josefa y también por la hermana Olga que integraba el grupo
familiar, irá conociendo las primeras letras, aprenderá a leer las palabras,
hará sus primeras frases, sintiéndose que se le abría un mundo que iba mucho
más allá de “boyerear” los animales del tambo, y escuchar las conversaciones de
los mensuales de la estancia en la cocina de peones.
En cuanto puede leer de
corrido, se hará un incansable lector, abocándose a comprar por correo postal,
a razón de 15, 20 o 30 Ctvs. cada uno, cantidad de libritos de versos criollos,
en ediciones económicas y populares, con los que llegará a llenar una de
aquellas viejas valijas de cartón con rinconeras de metal, reflexionando muchos
años después, que aquella, fue “su primera” biblioteca.
De aquellas lecturas
deviene su admiración por el gaucho y el primer sentimiento de Patria.
Por entonces, un día
que de a caballo “boyereaba” los animales del tambo, se le ocurre, le nace una
cuarteta, y carente de papel y lápiz para escribirla y no perderla, se apea frente a una tranquera,
y consiguiendo un pedacito de alambre, la escribe como puede, sobre el verdín
de una de las tablas de la misma. Al día siguiente, munido de papel y lápiz, la
recogerá. Esa, fue su primera inspiración poética.
Los años pasan, y como
ocurría entonces, se avecinaba el servicio militar, pero antes era necesario
enrolarse, y allí se plantea un problema: no tienen su partida de nacimiento, y
la edad -como él mismo recordó- “se la calculaban al boleo” suponiéndolo nacido
el 12/03/1923, un año antes de la fecha real. Entonces, con el patrón de la
estancia como testigo y otro vecino que se ofrece, se realizan los trámites
para la libreta de enrolamiento, cuando tiene en realidad 17 años.
Años después, cuando ya
no vive en “El Mirador”, gestionará ante un Registro Civil de Oncativo, su
partida de nacimiento, de donde se desprende que nació el 1°/05/1924, habiendo
sido asentado con los nombres de Roberto Gervasio.
Como aquellos dos
oficiosos testigos vivían, temeroso de perjudicarlos, desistió de hacer un
trámite para regularizar aquella confusa situación.
Compartimos ahora las décimas que le dedicara a la tranquera de su primera cuarteta, que titulara ¡Mi Compinche! (Los versos se pueden leer en el blog "Poesía Gauchesca y Nativista")
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