LR 11
– Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y BLANCO”
Micro Nº 153 – 12/04/2014
Con su licencia,
paisano!
Acomodado en la
cocina grande, junto a la ventana para tener mejor luz, mientras gustamos un
mate, vamos a ver si hablamos de “Poetas Criollos… y otras yerbas”.
Trazar
una semblanza de YAMANDÚ RODRÍGUEZ en
las 45 líneas que nos hemos impuesto, es tarea harto difícil, pero lo
intentaremos. Y porque fue un hombre cargado de misterios, es que quizás
difieren los datos sobre su nacimiento, aunque la fecha más repetida es que
nació en Montevideo, el 25/05/1891.
Fue
poeta, dramaturgo, cuentista y libretista de radio y cine; de ahí que se haya
dicho que “no se le conoció otro oficio
que no sea el de escribir”, con el que -por otro lado-, ganaba su sustento.
Al
parecer muy joven se dio a la poesía, y eso lo reafirmaría el hecho de que su
primer libro -“Aires de Campo”-, apareció en 1913 (1).
Antes, sus versos habían visto la luz en
diarios y revistas, y fue así que su poema de 10 décimas “Raza Gaucha”, obtuvo
el 1º premio en un concurso del diario montevideano “La Razón”.
Según investigación de Raquel Taboada, su familia
estuvo ausente de su Patria mucho tiempo por cuestiones políticas, razón tal vez
por la que en más de una oportunidad se radicó en Buenos Aires, donde su
domicilio fue siempre un misterio, salvo para Fernando Ochoa, quien sin
problemas podía ubicarlo (1). También reside algún
tiempo en Santa Fe, donde ocupó la Dirección de Cultura (2).
Sus
trabajos narrativos aparecían frecuentemente en “Caras y Caretas”, “Mundo
Argentino”, “Fantasio”, “La Tradición”, “Leoplán” y “El Suplemento” (3);
en esta última revista, durante 1925, aparecieron una serie de cuentos criollos
aún no recogidos en libro.
Su
primer gran éxito se lo dio el teatro con la obra “1810”, poema dramático en 3
actos en el que se enaltece la gesta de la patria Argentina; y si bien era
absolutamente desconocido como autor dramático, fue estrenada en 1917 a sala
llena por el elenco de la Escuela de Arte Dramático, con la dirección del
también poeta Atilio Supparo. Tal suceso lo trae a Buenos Aires donde reedita el
aplauso en 1918, en el Teatro Nacional Cervantes, con el elenco de Pascual
Carcavallo (4).
A
partir de este momento, con sus obras, sus cuentos publicados en revistas
porteñas, sus libros de cuentos (todos editados en Buenos Aires), y sus poesías en
boca de recitadores locales, puede decirse que “su fama era quizás más
argentina que uruguaya” (1).
En
la década del 50, por Radio Belgrano, escribió los libros de la audición “Circo
Criollo” que protagonizaba el actor oriental Santiago Arrieta y musicalizaba
Abel Fleury (5). Casualmente con el gran
dolorense compuso: “Soliloquio”, “Cimbronazo” (que interpretó Néstor Feria), “Brindis
de Sangre” (que estrenó Azucena Maizaini, y aparece firmado por Jorge Suárez) (2),
“Filo Mellao” y “Romance del 80”, y a su
vez, Fleury le dedicó la huella “Pago Largo”.
En
1953, la santafesina Editorial Castellvi, le publicó “Poesías Completas”.
Sabemos
que estaba casado con la hermana del también poeta Fernán Silva Valdez, y que
al menos tuvo 2 hijos, una mujer, y un varón llamado Luis María (1).
Por
1953/54 se dirigió a Entre Ríos, a descansar a la estancia de un amigo, cuando
tuvo los primeros síntomas de una cruel enfermedad. Trasladado a su país, fue
internado en la Colonia Etchepare -de enfermos mentales-, donde sobrevivió unos
cuatro años los oscuros días de una temprana ancianidad (4).
Falleció
en la madrugada del 14/03/1957, “orejiando” casi los 66 años.
Una
calle de la entrerriana ciudad de Concordia, lo recuerda.
Puede
decirse que su “obra es la suma del saber narrativo y poético de la literatura”
oriental (2).
Referencias
(1) Prólogo de Luis
Domingo Bordoli a “Selección de Cuentos”, 1966
(2) Academia Porteña
del Lunfardo - Comunicación Académica Nº 753,
de Raquel Taboada, 1976
(3) Carlos Gardel y
los autores de sus canciones, de Orlando Del Greco, 1981
(4) Yamandú
Rodríguez en la Colonia Etchepare, por Don Melitón – Revista El Fogón Nº 1,
3/1956
(5) Yamandú
Rodríguez, voz genuina del alma nativa, de H. García Martínez, “El Tradicional”,
09/2008
Un estilo muy singular de superar con creces el desafío de escribir en 45 líneas la semblanza de Yamandú Rodríguez. ¡Felicitaciones!
ResponderEliminarBueno, muchas gracias Juanjo por esa opinión. Hacemos lo que podemos, si sale bien, mejor!
ResponderEliminar