lunes, 3 de julio de 2023

"DON SEGUNDO SOMBRA" - ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA OBRA

 El viernes 30/06/2023, a eso de las 13.15 hs. recibo una comunicación de Radio Mitre Córdoba; un productor del programa “Mitre Club”, Federico, con motivo de que el 1º/7 se cumplía un aniversario más de la impresión del “Don Segunda Sombra”, me invitaba a grabar un audio de 3 o 4 minutos hablando del contenido y valor de dicha obra, y si era recomendable su lectura. Me invitaba también a presentarme contando algo de mi labor. El audio salió al aire pasadas las 11 hs. del domingo 2. Allí el conductor del espacio, Pablo Collazo, dialogaba con Federico, y difundían también otros audios con opiniones de otros autores.

Agradeciendo a ellos, difundo ahora por escrito, lo que pensé para ese momento.

 

Pablo y Federico muy buenos días allí en Mitre Club, y muy buenos días a la audiencia.

Me llamó Carlos Raúl Risso, cien por cien bonaerense, o como se decía en tiempos de mis bisabuelos: de la campaña porteña.

Allá por 1984 fui fundador de la Asociación Argentina de Escritores Tradicionalistas, y hoy soy “asesor” de su Comisión Directiva; y en 2015 fui fundador de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires, y hoy soy su ‘Presidente Honorario’.

Me dedico a la literatura costumbrista desde 1968, y a la fecha llevo 34 trabajos publicados en poesía, cuento, biografía, historia y ensayo.

……..

“Don Segundo Sombra”, la bella obra de Ricardo Güiraldes, corresponde a mi parecer, al “gauchesco tardío”.

El género nació y se nutrió con la poesía oral, construida a pesar del analfabetismo del gaucho, fiel a los trazos heredados del conquistador hispano, modos que copiaron hombres letrados como Bartolomé Hidalgo, Luis Pérez, Ascasubi, Del Campo y Hernández, dándole trascendencia literaria.

En cambio en la prosa escrita, impropia del gaucho por la condición antes expuesta, el “Don Segundo Sombra” es obra pionera, ya que si bien hay algún antecedente, no tienen estos peso, y no deben incluirse allí ni al “Matadero” ni a “Amalia”, porque no son gauchescas.

El “Don Segundo Sombra” es una novela de iniciación, que se desarrolla en el período de transición entre la desaparición del gaucho, y la consolidación de un nuevo tipo, que es el ‘hombre campero’.

“Don Segundo” es un hombre que ya usa bombacha, a la que por pudor, cubre con su chiripá talar (o sea: largo); ya no calza botas de potro habiendo adoptado el uso de medias gruesas y zapatillas alpargatas, abiertas en el empeine para dar cabida a su empeine amplio.

Ya su criolla labor no se desarrolla a campo abierto (finalizada las campañas al desierto, el campo sufre un rápido proceso de transformación, alambrándose), entonces, en su vida de tropero, arrea hacienda por caminos de tierra embretados por el tenso alambrado.

Si observamos con atención, la novela no hace la biografía de ese paisano pardo, más vale acompaña la vida de ese chiquilín travieso del principio llamado Fabio, que se hará hombre al lado de ese paisano tutor, que en nada cambia en el devenir de esa historia.

“Don Segundo” como obra literaria señala la transformación marcada al principio, y remarca una forma de vida que podemos decir se extiende por toda la primera mitad del Siglo 20.

Güiraldes sabía de qué hablaba, y lo plasmó en una obra, que aunque lineal, marca e identifica una vida de estancia criolla, que hoy ya tampoco existe.

La versión cinematográfica de Manuel Antín, es fiel reflejo en el celuloide de lo antes plasmado en el papel, donde Don Adolfo Güiraldes (a quien tuve la suerte de conocer) y Carballido, componen dos personajes antológicos para la vida criolla de la pantalla.

…..

Los que hoy peinamos canas o nada peinamos porque la melena se nos fue, vemos que a los jóvenes poco y nada les interesan las cosas que hacen a nuestra propia cultura, pero claro, dice un viejo proverbio: “No se puede querer lo que no se conoce”.

En mis lejanos años de alumno, el “Segundo Sombra” estaba incluido en las cartillas escolares como también obras de Payró y Lynch. Lejos ya mis hijos también de esa etapa, desconozco que se enseña hoy, pero no dudo en supones que de cuestiones criollas ¡nada!

Es aconsejable leer al “Don Segundo Sombra” pues no es tan viejo, aún no es centenario; su prosa es amena, ágil, entendible aún para los ajenos al tema porque no se ciñe a la expresión gauchesca como si lo hace el “Martín Fierro”, de todos modos siempre es recomendable un ejemplar provisto de un buen vocabulario. Por otro lado si al gaucho se lo ha tildado de vago y peleador, eso no ocurre en estas páginas, porque como ya expusimos, los tiempos y el campo habían cambiado.

Leer esta obra nos traerá el ramalazo de un pampero para llenar los pulmones de aire puro y despertar las ganas de aprender a querer lo nuestro.

La Plata, 30/06/2023

sábado, 1 de julio de 2023

PULPERÍA "LA COLORADA"

                                         A David Tokar, disparador de estas breves líneas

 Dicen que fue pulpería

pa’l tiempo de las galeras,

aura tan solo es tapera,

rincón, pa’ las brujerías;

pero conserva entuavía

una paré levantada

con varias letras pintadas

que al leerlas, al pasar,

uno se viene a enterar

que’sa fue ¡”La Colorada”!

 

Viejos que tienen memoria

cuentan de que aqueya esquina

fue pa’ los tiempos de Alsina

un mojón para la historia;

que ayí perdieron su gloria

entre pelea y jugada,

gente que fue muy mentada

recorriendo los caminos,

y que hasta el mismo Gabino

ayí templó su encordada.

 

Como si leyenda jueran

cuentan, que’sa pulpería,

en su costado tenía

una cancha pa’ cuadreras;

que un día yegó de ajuera

-del lao del ‘Rincón del Toro’-

un mozo yamado Floro

y desafió en güena ley,

al flete “Pangaré Güey”

pa’ correrle con su moro.

 

Y se amontonan las mentas

de aqueya esquina campera

que’n otros tiempos luciera

como el gauchaje lo cuenta,

y aunque tal vez se le aumentan

las cosas, como si nada,

pienso que’stá bien ganada

la fama que antes tuviera,

¡y que’s triste ver tapera

la que fue “La Colorada”!

 Las cuatro décimas que anteceden, son fruto de la creativa pluma de Víctor Abel Giménez (“Vasco”), y curiosamente no están incluidas en el libro póstumo “Mirando Lejos”.

Cobraron popularidad a partir de que Alberto Merlo las grabara en 1971 en su larga duración “El Lunar de mi Tropilla”; de allí en adelante, aficionados al canto y la guitarra, cantores fogoneros y otros, las incluyeron en sus repertorios y así se fue ganando en cocinas, materas y salones de todo el ámbito provincial.

Particularmente no da ninguna referencia de locación, no se cita ningún topónimo, ni el nombre de algún dueño que permitiera ubicarla en tiempo y espacio.

Cita varias generalidades, como que allí no solo se tomaba sino que también se jugaba, que hubo peleas, y que había a su costado una cancha de cuadrera. Todo común a cualquier pulpería de campo.

Justamente en esta corrió “El Pangaré Buey”, cosa que de ser cierta, debió ocurrir en la década de 1840, tiempos de apogeo del famoso parejero criollo.

Habla de los tiempos de Alsina, y esos los deberíamos ubicar hacia 1855, o de allí hacia adelante.

Y por último menta que allí cantó el mismo Gabino, y esto podría ser a partir de 1880.

De estos datos deducimos que su desarrollo comercial fue en la segunda mitad del Siglo 19, pero al momento indefinido del relator en verso que nos habla de ella, ya es tapera, es pasado…

Tratando de encontrarle la punta a la madeja de esta historia, recurrimos a varios libros dedicados a las pulperías, o donde se habla de ellas.

En “La Pulpería - Mojón civilizador”, León Bouché cita una de tal nombre ubicada en Balcarce, y dice que lo hace “…por ser de las más alejadas (con respecto a Buenos Aires), pero también sin duda, las más heroicas”.

El historiador azuleño Alberto Sarramone evoca -sin precisar ubicación- “por Olavarría y La Madrid, a ‘La Colorada’ del bearnés Tresarrieu…”.

En el “Diccionario de Pulperías” que conformó Don Carlos Antonio Moncaut en su obra en dos tomos “Pulperías, Esquinas y Almacenes de la Campaña Bonaerense” (1999) hicimos el siguiente rastreo:

“En Jeppener -partido de Brandsen- (fundado en 1865), el primer Almacén de Ramos Generales fue ‘La Colorada’, de Don Santiago Rodríguez”.

“En Capitán Sarmiento sobre el Camino Real que conducía a Córdoba, estaba el Almacén y Posta ‘La Colorada’, allá por 1880. (Las primeras dueñas fueron dos mujeres pelirrojas)”.

“En Los Toldos funcionaba ‘La Colorada’, cerca de la Escuela Nº 6, en campo de ‘La Tribu’, fue levantada por Don Baldebenito Calderón, casado con Agustina, una hija del Cacique Coliqueo.”

Por Necochea existía otra pulpería “La Colorada”, en la que además de la actividad comercial propia de ese tipo de negocios “…se cristianaba y se casaba”.

Por último, “En jurisdicción del partido de Ajó, entre las esquinas más antiguas se cuentan ‘La Esquina del Tuyú’, y próxima, en relación a leguas, la mentada del ‘Real Viejo’ y la de ‘La amistad’. Hacia Conesa era mentada ‘La Colorada’, y pasando de Villa Roch, como quien va para Dolores, ‘La Esquina de Croto’.”

Con relación a “Vasco” Giménez, ésta es la más próxima a su pago natal, pero no hay indicio alguno que en ella se inspirara.

Es opinión de quien escribe que el autor no se inspiró en ninguna en particular, y sí de todas en general, pero lo importante es que al leerla o escucharla, dicha letra nos transporta indefectiblemente al tiempo aquel en que las pulperías, como dijo León Bouché, eran un mojón civilizador, ya que en su entorno crecía un paraje o se asentaba un pueblo.

La Plata, 1º/07/2023

ADENDA

Finalizada la evocación y compartida a David Tokar para que vea que había sucedido a partir de su pregunta, éste nos transmite la información de que en el partido de Chivilcoy, en vecindad “de la Escuela Rural Nº 136, hay una ‘Esquina’ llamada ‘La Colorada’ que podría ser de 1870. Está sobre un camino de tierra, a 7 km del asfalto de la Ruta Nacional 5 y la entrada a Chivilcoy".

No quisimos dejarla afuera del raconto realizado, y es por eso que la agregamos al final.

La Plata, 1º/07/2023