LR 11 – Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y BLANCO”
Micro Nº 69 – 04/08/2012
Con su licencia, paisano!
Acomodado en la cocina grande, junto a
la ventana para tener mejor luz, mientras gustamos un mate, vamos a ver si
hablamos de “Poetas Criollos… y otras
yerbas”.
CARLOS ADOLFO CASTELLO LURO (“Cacho”). Nació
en Puán el
12/08/1928.
Orgulloso de sus
raíces de criollos de pura cepa, allí formó su hogar junto a Nora Zanetti,
convirtiéndose con el tiempo en padre y abuelo.
Argentino
hasta el tuétano, reflejó su sentir e inquietudes a través de la poesía
criolla, el ensayo y la investigación histórica. Hombre de formación
autodidacta, era tan exigente para con los cultores del género como para con sí
mismo.
Si bien
su nombre recorrió camino de la mano de sus composiciones poéticas,
fundamentalmente de ese “Pelajes Entreverao” que lo hermanara a Don Atahualpa Yupanqui, no llegó a publicar un compendio de sus poesías; sí publicó
en el rubro novela, donde hacia 1996 dio a conocer “Los pocos y los muchos”, en la que -con
conocimientos de primera mano- relata acabadamente las vicisitudes de la vida
agraria de los años 40, aproximadamente; novela que fechó en su pueblo en 1992.
Como nada de lo que tenga que ver con la cultura
le era ajeno, ejerció el periodismo, habiendo publicado entre 12/1971 y 1/1975
(3 años), un periódico quincenal del que aparecieron 31 números, y que denominó
“La Voz de Puán”,
cuyo lema era “la pluma es la espada del alma”, expresión cervantina.
Supo en
vida del reconocimiento, como que en 1969 recibió “La Flor de Cardo” de parte de la
“Fiesta de las Llanuras” de Cnel. Dorrego; en 1986 estuvo ternado para el
“Premio Payador” de LS 11 Radio Provincia de Bs. As., y en 1998 recibió la
“Distinción Trayectoria” de la Asociación Argentina de Escritores
Tradicionalistas, entre otros reconocimientos.
Ocupó
la función pública en su pueblo natal donde ejerció como Director de Cultura.
Su
decir poético suena sentencioso hasta cuando trata cosas simples; su voz es
grave, su conocimiento criollo es grande y preciosista en cualquier forma de
verso que adopte.
Además
del ya citado Yupanqui, grabaron obras suyas: Alberto Merlo, Francisco Chamorro,
Santiago Lettieri, Atilio Reynoso, Claudio Agrelo, Jorge Berón...
Afectado
de neumonía se había trasladado para su tratamiento a la ciudad de Bahía
Blanca, donde complicaciones de su salud devinieron en problemas
cardiovasculares, falleciendo en la madrugada del 2 de julio a la edad de 79
años. Sus restos fueron trasladados y descansan en el Cementerio de su ciudad
natal.
En
coincidencia su cumpleaños, el año pasado (2011) se le rindió un homenaje que organizó
Cultura de Puán y su familia, abriendo el acto la palabra de su amigo Carlos
Difulvio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario