miércoles, 13 de diciembre de 2017

OMAR J. MENVIELLE (Charla 4)

AM 1520 Radio Chascomús – Audición “CAMPO AFUERA”
Micro Nº 21 – 13/12/2017

Antes de salir “campo afuera” pa’ poder tender la vista mirando lejos, dende’l banco chueco en el que estoy sentao, vamos a ver si le arrimamos unas “astillas” al “Fogón de los Poetas”.

Don Omar Menvielle eligió para sus versos, expresarse en un lenguaje bastante teñido del habla gaucha; esto hizo que su prologuista Justo P. Sáenz (h), opinara: “El lenguaje empleado es también real, aunque deforme quizás con exceso el idioma castellano.”, cosa con la que personalmente no coincido. Pero en la segunda edición de “Relinchos”, González del Solar afirma que el lenguaje y los modismos camperos del poeta “son reales y comunes a la semántica del campo y que su uso no es recurso, sino propósito de dar fuerza a la frase y calor de clima”.
Siguiendo en el tema de su lenguaje, en una nota aparecida en el diario La Nación el domingo 28/10/1962, se puede leer: “Usa una adjetivación agrestemente punzante y su léxico, en general, de veracidad indiscutible, patentiza una sobresaliente captación del habla paisana vigente en la zona. Canta -y en ello radica posiblemente el adentramiento de su poesía en la esfera de la peonada porteña- más por boca del pobre que del rico.”
Como pasó con Charrúa y también lo veremos en Risso, en los versos de Menvielle es indiscutible que el que habla, cuenta o relata es un paisano cabal, un paisano parejo.
Me refirió su hijo que su casa, casi en forma diaria, era centro de reuniones donde el tema de las tradiciones, la gente campera y las cosas de la vida de la campaña, era el tema principal, e incluso que había un día especial (digamos el viernes), para esas citas, a las que concurrían su íntimo amigo Charrúa, Justo P. Sáenz (h), Eleodoro Marenco, Enrique Uzal, los estancieros Federico Gándara y Julio Casares (este último, considerado un hombre muy gaucho, de mucho conocimiento), entre varios más.
Me destacaba su hijo, la paciencia de su madre de recibir y atender a todos estos hombres, para los que en ocasiones preparaba empanadas para hacer aún más amenas las reuniones
En la ciudad de Buenos Aires, seguramente acercado por Charrúa, frecuentaba habitualmente el Centro Tradicionalista “El Ceibo”, que funcionaba en el subsuelo de la Confitería América, en Avda. Santa Fe y Pueyrredón.
Menvielle estuvo casado con Raquel Inés Garralda, matrimonio que fructificó en un hijo, con los mismos nombres que el padre, apodado Moro, quien fuera médico veterinario.
El poeta falleció el 15/04/1966 siendo sepultado en el Cementerio de la Chacarita. Tenía 69 años de edad.

Para agregar a lo dicho una habilidad criolla, me contó “Moro” que su padre era “parador”, es decir que de una rodada salía corriendo con el cabresto en la mano, y que a veces “provocaba” la rodada encarando un campo arado. 
(En el blog "Antología del Verso Campero" se puede leer "Vecindario", poesía con que ilustramos el texto)

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