jueves, 5 de octubre de 2023

CARONERO

    Esta voz deriva de “caronas”, y señala al arma blanca de grandes dimensiones que se usaba en el recado de lomillo, entre las caronas, por lo general del lado de montar, salvo que el portador haya sido zurdo.

Su uso se dio durante el Siglo 19, cuando el campo pampeano era una planicie cubierta de pastizales, al que se conocía como ‘desierto’, y donde, para los que se aventuraban al borde de las fronteras interiores o las traspasaban (muchas veces por bolear), acechaban tanto el indio como ‘el lión’, como el gaucho llamaba al puma americano.

Los hombres de Carpio Caro, como los llamados “Junineros”, eran gente de portar ineludiblemente dicha arma, como tampoco debe haber faltado en los recados del Gaucho Molina y sus ‘Tragas’.

Nunca fue arma de cintura, pues su tamaño dificulta o imposibilita desenvainar con premura.

El tapalquenero Tito Saubidet aclara que el “caronero” era “fabricado a menudo de hoja de espada, sable, etc., de grandes dimensiones…”. Y así fue, ya que entre nosotros no existía industria metalúrgica para poder confeccionarlos.

A diferencia del facón, nunca se lo consideró herramienta, siempre fue un arma blanca.

Su cita no ha estado ausente en la poesía criolla, y así Don Pedro Risso, supo escribir en algún momento: “Un buen facón ‘caronero’ / no ha de faltarme jamás…”.

Con la llanura tranquilizada e incorporada a la civilización ‘huinca’ (criolla), el lomillo fue poco a poco reemplazado por el basto, luego éste recado se acortó, los campos se alambraron, y ya no había necesidad de andar portando “caroneros”.

La Plata, 26/Junio/2023

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