martes, 24 de enero de 2012

COMBATE DE SAN GREGORIO

El 3/02/1852, hace casi 160 años, Urquiza, tristemente aliado a tropas de Uruguay y Brasil, coaligadas en el llamado Ejército Grande, derrota en la Batalla de Caseros a Juan Manuel de Rosas poniendo fin a su gobierno.
Cumplido este objetivo, la clase dirigente de Bs. As. (por llamarla de algún modo), no se veía representada por el vencedor y los gobernantes designados, y así, tras agudos vaivenes, bajo la inspiración del Dr. Valentín Alsina, en septiembre/1852 se produce la llamada “Revolución del 11 de Septiembre”, y a fines de octubre Alsina es electo gobernador, e inmediatamente envía tropas para tratar de impedir el funcionamiento del Congreso Constituyente.
El despertar de diciembre viene apareado con la sublevación que en la Villa del Luján encabeza el prestigioso Cnel. Hilario Lagos, quien pone sitio a la ciudad de Bs. As.
Estos son, en trazo grueso, los antecedentes que desencadenan el “Combate de San Gregorio”, que tuvo su acción el 22/01/1853, y que cuenta como uno de sus jefes al Cnel. Pedro Rosas y Belgrano, en esta circunstancia opuesto a Lagos, a pesar de la ‘cuasi’ amistad que los vinculaba.
Pedro Rosas y Belgrano había nacido el 29/07/1813, siendo hijo no reconocido del creador de la bandera y de María Josefa Ezcurra, hermana de Encarnación, la esposa de Don Juan Manuel de Rosas, con cuya familia se crió como hijo adoptivo, habiendo tomado el apellido de su protector, para quien fue más que su propio hijo Juan Bautista, como que lo acompañó en la vida rural y militar, habiendo sido de adolescente uno de sus escribientes.
Rosas y Belgrano, que tenía desde el gobierno anterior, su asiento en Fuerte Azul, con tropas del centro, sur y este de la provincia, más una columna de 500 indios tapalqueneros, se pone en movimiento hacia la ‘boca del Salado’, donde debían incorporársele refuerzos enviados por barco. Otros jefes son: el Cnel. Agustín Acosta, el Cap. Pedro de Retolana, el Cmdte. Nicanor Otamendi, el Tnte. Cnel. Dalmiro Otamendi y el Cnel. Matías Ramos Mejía, a los que a último momento se suma el Cnel. Faustino Velazco, el soldado de mayor experiencia militar de todos los nombrados; boliviano de nacimiento, a los 13 años había sentado plaza en el Regimiento 2 del Perú cuando las luchas de la Independencia Sud Americana. Y a éste, Rosas y Belgrano entrega el mando.
Con el objeto de observar los movimientos e interrumpir el avance, Lagos ha despachado al Cnel. Juan Francisco Olmos, un avezado jefe unitario fogueado en muchos entreveros y hombre por demás rudo en su trato.
El 21/01 ambas fuerzas se sitúan en los campos de “San Gregorio”, nombre del puesto de la “Estancia Juancho” de la familia Miguens, entre las lagunas “La Abrazadora” y “Potrerito”, y el arroyo “Las Piedritas”.
En la tarde del 22, la vanguardia de Olmos embiste las guerrillas de Velazco, y mientras los indios tapalqueneros sostiene las cargas enemigas, el enfrentamiento es parejo, pero cuando estos son cortado del resto de la División, cunde el desbande sin haberse llegado a un choque decisivo. Han transcurrido unas tres horas.
El Cnel. Velazco, sin compasión de Olmos es pasado a degüello lo mismo que el Cap. Retolana, y Acosta muere ahogado al intentar bandear “El Salado” en desesperada fuga. Rosas y Belgrano se entrega prisionero y su vida fue salvada por intermediación de la diplomacia extranjera y el aprecio de algunos jefes vencedores.

Indudablemente pesaron los apellidos.
A un año de la acción, marcaban el lugar los cuerpos insepultos de las víctimas de aquel choque.
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Dos o Tres Curiosidades

En dicho combate tuvo su bautismo de fuego un joven de 18 años llamado José Hernández, que formaba en las partidas que habían bajado de la zona de Sierra de los Padres, el que 20 años más tarde publicaría la historia gaucha de “Martín Fierro”, cuya primera edición financiaría Zoilo Miguens, casualmente miembro de la familia propietaria del campo en que se desarrollaron las acciones.
La otra particularidad está dada porque ese 22/01 se extravió en el campo de combate, un caballo que sería famoso parejero: el criollo “Pangaré Buey”, nacido en la “Estancia Tamanquiyú” de Lobería, propiedad del Cnel. Benito Machado, el que después de ser ‘cuartero de diligencia’, fue descubierto como veloz parejero en una esquila en la estancia de Ford, y de allí en más ganador e imbatible en todos los tiros.


("Poetas Criollos... y otras yerbas", micro Nº 41 - Aud. "Canto en Azul y Blanco" - Radio Univ. Nac. de La Plata)

1 comentario:

  1. Hola Carlos muy buena nota. Que poco se nombra a Juan Baustista, el hijo de Rosas.La gran mayoria de las personas deben pensar que solo a tenido una hija.
    Abrazo
    Javier

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