El año pasado se
cumplieron 200 años de la creación del cuerpo de Granaderos, y este año, 187 de
su disolución.
Si bien no hay
certezas respecto del nacimiento del soldado, hay indicios que señalan que
habría nacido en 1777, muy probablemente en la población de Yatayty, cerca de
Villa Rica del Espíritu Santo, capital del Guayra, en la por entonces Provincia
del Paraguay.
Previo al bautismo
de fuego de los Granaderos en el Combate de San Lorenzo, Bogado -que
como su padre era lanchero, y de allí la derivación del apellido, por aquello
de que “bogaban” (remaban) en el río-, había sido tomado prisionero por los
españoles junto a dos compañeros de una chalana, para evitar pudieran informar
los movimientos que habían visto en el río. Tras la lucha, al producirse un
intercambio de heridos y prisioneros, es rescatado, y el Capitán San Martín le
ofrece incorporarse al Regimiento como “trompa de órdenes”, situación que
efectivamente acontece el 5/02/1813. Puede decirse que era ya hombre hecho:
tenía unos 35 años.
Trasladados dos
escuadrones del cuerpo a incorporarse al Ejército del Norte para las Campañas
al Alto Perú, marcha con ellos nuestro hombre. Allí con suerte dispar participa
en Vilcapujio, Ayohuma, Tejas, Puesto del Marqués, Posta de Venta y Media y
Sipe-Sipe, o sea: está en todas!
Acotemos que Venta
y Media es el entrevero en el que el bravo
cordobés José María Paz, pierde la mano, motivo por el que será conocido como
“El Manco” Paz; y digamos que tras los desgraciados sucesos de Sipe-Sipe, los
granaderos “hicieron prodigio de valor y salvaron los restos del ejército
cubriéndole en su retirada”.
Con San Martín ya
en Mendoza, vuelve el cuerpo para incorporarse al Ejército de los Andes; corre
1816, y Bogado ya ha ascendido a Alférez.
El 12/02/1817, es
herido en Chacabuco, pero por su valeroso comportamiento, recibe el grado de
Tnte. 1º del 4º Escuadrón de Granaderos.
En septiembre de
ese año al frente de 20 granaderos, tras el Combate del Manzano, carga sobre el
enemigo que se repliega hacia Gualpen en la intrincada montaña, el que pierde
allí todo su armamento y 50 hombres. El Gral. O’Higgins, en su parte, lo
destaca junto al Cnel. Freyre y el Cmdte. Escalada.
Integra
las tropas expedicionarias que accionan sobre las fuerzas españolas que
dominaban Perú, ingresando en Lima con el ejército vencedor el 9/7/1821,
recibiendo la medalla concedida a los oficiales, con el lema: “Yo fui del
Ejército Libertador”.
La azarosa vida militar en Perú ha de culminar
el 9/12/1824 cuando al frente de 80 granaderos interviene en la decisiva
jornada bélica de Chacabuco, sellando el destino independiente de
Hispanoamérica. Se lo premiará con Medalla de Oro y la designación de
“Benemérito en Grado Eminente”, y es el propio Bolivar quien lo asciende a
Coronel, prácticamente en el campo de batalla, extendiéndosele los despachos
oficiales seis meses después, el 9/06/1825.
Batalla de Ayacucho 9/12/1824 |
Le cabe ahora el alto honor de regresar “los
resto” de los glorioso Granaderos al Buenos Aires que los viera nacer en 1812,
y será, según el capitán e historiador Jacinto Yaben, el 13/02/1826 el día del
arribo, siendo unos meses después disuelto el glorioso cuerpo, por orden de
Rivadavia.
Y al ser destinado en “comisión”, como Jefe del
4º Regimiento de Caballería de Milicias,
se despide de sus compañeros de ardorosas gestas, con sentidas palabras,
como las de este párrafo: “…vuestro
coronel os dirige el más tierno y afectuoso adiós. Esta es la vez primera que con el sentimiento más
profundo, tengo que despedirme de un regimiento en que siendo uno de los simples
soldados pundonorosos llegué a obtener el mando honroso de coronel,…”.
Su último destino será ser Comandante Militar
de San Nicolás, desde principios de 1829 y hasta noviembre, residiendo en la
casa de calle Francia 223 (nominación actual) de dicha localidad, que aún se
mantiene en pie y que reviste carácter de Monumento Histórico Nacional.
A aquel lanchero, prisionero en San Lorenzo al
despuntar 1813, le cupo el alto honor de ocupar el lugar del Capitán San
Martín, para retornar el terruño a los ya célebres Granaderos. Solo 7 hombres
de la hora fundadora lo acompañaban.
José
Félix Bogado, falleció en San
Nicolás de los Arroyos, soltero y “de
edad como de 52 años…” según la partida de defunción, el 20/11/1829.
Cierra el doctor Milanta su Oda “Al Coronel
Bogado”, diciendo:
(…)
al pie de tu estatura de aire y cielo,
tierra, mármol, efigie, corazón y puño,
en cabal signatura de hombre, sólo hombre,
¡que más para la historia de inmortales
coroneles,
como el que más y como todas las coronas con
laureles!
Nuestro respeto y reconocimiento a un héroe
olvidado. Otro de esos verdaderos patriotas que poco se recuerdan.
La Plata, 15 de Julio de 2013
Bibliografía
Consultada
De la Torre, José – El Paraguayo Bogado, un
granadero de San Martín (Diario La Capital,
24/07/1955)
Migliarini, Miguel Ángel – José Félix Bogado
ejemplo de la historia sudamericana (1998)
Milanta, Atilio – Rapsodias nicoleñas (1992),
y “Odas” (2012)
Yaben, Jacinto R. – Biografías Argentinas y
Sudamericanas -Tomo II- (1953)
(Publicado en revista El Federal, sección "El Tradicional", Nº 453)
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