jueves, 25 de enero de 2018

COSQUÍN '68


AM 1520 Radio Chascomús – Audición “CAMPO AFUERA”
Micro Nº 28 – 24/01/2018

Antes de salir “campo afuera” pa’ poder tender la vista mirando lejos, dende’l banco chueco en el que estoy sentao, vamos a ver si le arrimamos unas “astillas” al “Fogón de los Poetas”.

El pasado 20/01 se cumplieron 50 años, de que minutos antes de las 24, con 15 años, subía, como miembro de la Delegación Oficial de la Provincia de Buenos Aires, al escenario de la Plaza Próspero Molina, de Cosquín, bajando un rato más tarde, ya 21/01, con 16 años, la edad mínima exigida para poder concursar.
Claro que aquellos eran otros tiempos, y aquel… otro Cosquín. No existían los “pre”, y todas (o casi todas) las provincias se encontraban representadas por una delegación que se constituía más o menos “a dedo”. Las mismas se alojaban en casas de familia, y por turnos, se asistía para almorzar y cenar, a otra casa establecida para ese efecto.
A la que nos tacaba asistir también lo hacía un joven cantor pampeano, Juancito Quevedo (quien poco después viajó a España y allí se radicó), y como en esos días era su cumpleaños, allí se lo festejó, participando de la reunión -por amigo suyo-  José Larralde, quien se había consagrado el año anterior.
Aquel año fue revelación “el soldadito cantor”, Rosendo Arias, a quien veíamos con su uniforme de servicio, y si mal no recuerdo fue consagración Víctor Heredia quien era muy aplaudido interpretando su zamba “Para Cobrar Altura”; otros dos jóvenes de entonces a los que les fue muy bien eran, Roberto Rimoldi Fraga y “El Chino” Martínez, a quien una noche, el público llevó en andas.
Nuestra “delegación” se armó por iniciativa de un grupo, que un tiempo antes, se había desprendido del conjunto “Cruz del Sur”, elenco que representaba a la platense Peña Pucara, mientras que yo integraba (y lo seguí haciendo hasta fines de 1976) la Agrupación Nativista “El Alero”, como decidor y malambista.
Hoy a la distancia rememoro que cabeza de aquella iniciativa fue Carlos Attemberg, quien al año siguiente sería Campeón Nacional de Malambo en el Festival de Laborde, también en Córdoba, pero entonces ya lo hacíamos como “Agrupación Pampa”, conjunto que fundamos a poco de regresar de Cosquín, sobre la base de aquella delegación.
Volviendo al principio, era la nuestra una representación “corta”, pues era solamente de diez personas. Ya que varios no andan más las huellas terrenas, los nombro a todos para evocarlos. Parejas de  baile: Carlos Attemberg-Angelina Bustos; José Carrizo-Susana Grilli; y Susana Argañaráz con quien esto cuenta; en canto y guitarra Francisco Chamorro, y en guitarra base, Jorge Suárez. Bastonero, Amancio Molina, y boyerito, su hijo Pablo.
Esta circunstancia hizo que solo pudiéramos sumar puntos en las categorías: pareja solista y conjunto de danza, malambo solista, decidor/cuentista, y solista de canto y guitarra, lo que a nivel delegación nos quitaba cualquier posibilidad de figuración ya que carecíamos de conjunto vocal, duo, conjunto de malambo, solista instrumental, solista vocal femenina, y algo más…
Pero no nos fue tan mal ya que Chamorro, nuestro solista de canto y guitarra se alzó con el Camin Cosquín (primer surero en recibir tal distinción), y con el conjunto de danzas tuvimos que disputar una final con el de la Delegación de Chaco, que finalmente se impuso, curiosamente bailando un chamamé coreografiado, representando aquel característico cuadro de Molina Campos, referido a el casamiento. Por nuestra parte, pusimos el mayor esmero al bailar una “media caña”.
La inexperiencia también jugó su parte, y no asistimos con nuestro delegado a la reunión en la que el jurado daba opinión sobre lo actuado. Esto lo supimos el último día, cuando proliferaban los abrazos y despedidas con quienes nos habían acogido familiarmente, y con colegas de otras delegaciones; y así fue que el “decidor” de La Pampa, contó que en esa reunión que no asistimos, el Jurado había explicado que el único participante “decidor” que había cumplido con el reglamento había sido el de Buenos Aires… pero eso… ya era historia.
 Y a decir verdad, cierto que podría habernos ido mucho  mejor, como que al formarse el grupo allá por septiembre de 1967, lo integraba Raúl Dadona, a mi entender, el mejor “decidor” que pisó La Plata y su zona de influencia; no por nada fue el presentador de “La Vizcachera” de El Chango Nieto por espacio de 20 años. Por cuestiones que escaparon a mis pocos años, casi a último momento Dadona desistió de embarcarse en el proyecto, y al tener que salir a buscar un reemplazante, más allá de la edad, decidieron que sea yo el que interpretara “Los Medinas” de D. Omar J. Menvielle. Pero no tengo dudas, que de haber estado Dadona en el escenario, otro “Camin” hubiese tenido por destino Buenos Aires.
Para mis 16 años de entonces ya era mucho premio haber estado en el escenario, compitiendo en el mismo rubro en que 3 años antes se había consagrado Landriscina; el mismo al que en esas noches subieron Eduardo Falú, Atahualpa Yupanqui, El Chúcaro, Mercedes….
Nunca más volví a esa Plaza ni pisé ese escenario, pero guardo en mis recuerdos, como preciado trofeo, imágenes de aquellos gratos momentos… y también “la contentesa” (como diría mi abuelo), de saber que he seguido siempre y firme, el mismo trillo gaucho.

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