El 13 de enero de 2011 se cumplen 50 años del fallecimiento (a los 70 años), de Don Francisco Timpone. Claro que muchos de nuestros lectores se preguntarán ¿quién era? Y eso lo contaremos muy brevemente.
Había nacido en ese “pago” gaucho que tiene el privilegio de ser el único que cita Hernández a través de su Martín Fierro, nos referimos a Ayacucho, donde abrió los ojos el 28 de septiembre de 1890.
Radicado en La Plata, conformó su familia y realizó su vida laboral en la capital bonaerense, desempeñándose en la Legislatura provincial.
Cuando el 28/03/1928, a once años del fallecimiento del genial “Almafuerte”, un grupo de hombres de la cultura local se autoconvocan para bregar por la recuperación de la última morada del poeta, “ataperada” por entonces, no solo estaba allí presente, sino que resulta uno de los impulsores del proyecto, naciendo de esa reunión la hoy mítica “Agrupación Bases”, siendo sin duda en el entonces incumplido medio siglo de la ciudad, el más importante movimiento cultural con raíz popular.
Fue Juan Ignacio Cendoya, otro de los autoconvocados, quien en homenaje a las “Bases” de Alberdi, propuso el nombre de la agrupación.
En mayo de 1929 obtienen la tenencia del inmueble e inmediatamente se abocan a la creación de la Biblioteca y Museo “Almafuerte”; y entre otros logros, el 9/08/1939 consiguen la promulgación de la primera ley del “Día de la Tradición”, Ley N° 4756/39.
Si existe un vaso comunicante entre la Agrupación Bases, el Museo Almafuerte y el “Día de la Tradición”, cierto es que tiene nombre y apellido: Francisco Timpone, “Pancho”, o como bien lo llamaban sus hermanos de sueños “la hormiga básica”, por aquello que de tanto ir y venir sin cesar un instante en sus emprendimientos, hacía camino al andar.
Fruto de su empeño, el museo; hija dilecta, la biblioteca, a la que dio impulso donando quinientos libros de su biblioteca particular el día 17/08/1829, cuando ejercía la secretaría de la agrupación “El Abuelo” Teófilo Olmos, a los que se sumaron más tarde 400 carpetas, síntesis de 25 años de trabajo catalogando, clasificando y ordenando, notas, artículos periodísticos, correspondencia y otros papeles referidos a “Almafuerte”.
Sin lugar a dudas, el “Día de la Tradición” es su hijo mayor. Él lo propuso a sus compañeros, y no satisfecho con la aprobación del grupo, siguió uno a uno los pasos del expediente por los despachos legislativos sin darle oportunidad a dormir siesta alguna; y así fue reconocido por sus compañeros “Básicos”: el mentor de la idea.
Aquella “propuesta” sucedió el 13/12/1937, en una reunión junto a otros seis hombres “Básicos”, acaecida en “el rancho criollo” de Justiniano de la Fuente, en Punta Lara, hoy partido de Ensenada.
En un constante afán de sumar hechos positivos, fruto de su infatigable tesón fue también la primera Exposición del Libro y del Poema Nativo Ilustrado que montara prácticamente solo, en el Pasaje Dardo Rocha de La Plata para los fastos de 1943, año en que voluntariamente se alejó de “Bases”, la que finalmente se extinguiría en 1945.
Por si lo expuesto fuera poco, también a su ímpetu creador nació el Instituto Almafuerteano, del que fuera su primer presidente.
Pero tanto afán de dar, tanta vocación por perpetuar y rescatar a “Almafuerte” y la tradición gaucha, pasaron a segundo lugar su vocación poética, aquella que hacia 1920 había criado alas con su poemario “La Sombra del Camino”.
Como bien dijera el también “Básico” Luis Carlos Pinto, cúpole a Timpone el acierto de hermanar a dos de los grandes de la argentinidad “…el poeta de la tierra y su hombre representativo: Hernández y el gaucho” y “El poeta del Hombre, como se ha llamado muy bien a ‘Almafuerte’, con su dolor humano frente a la vida y frente a Dios…”.
Su nombre se perpetúa en la plazoleta ubicada en calle 524 y 12, en la que se emplaza el Monumento al Gaucho, escultura que fuera proyectada y emplazada por la Federación Gaucha Bonaerense, entidad que también creará “Bases” durante su activa gestión, en el año 1940.
Por suerte, a nivel local, todos los años para el “Día de la Tradición” se lo recuerda y se le rinde tributo.
Francisco “Pancho” Timpone, uno de esos hombres que mezclados en el común pasan inadvertidos, pero que verdaderos hombres al fin, dejan testimonio de su paso por la vida.
La Plata, 16 de Diciembre de 2010
Había nacido en ese “pago” gaucho que tiene el privilegio de ser el único que cita Hernández a través de su Martín Fierro, nos referimos a Ayacucho, donde abrió los ojos el 28 de septiembre de 1890.
Radicado en La Plata, conformó su familia y realizó su vida laboral en la capital bonaerense, desempeñándose en la Legislatura provincial.
Cuando el 28/03/1928, a once años del fallecimiento del genial “Almafuerte”, un grupo de hombres de la cultura local se autoconvocan para bregar por la recuperación de la última morada del poeta, “ataperada” por entonces, no solo estaba allí presente, sino que resulta uno de los impulsores del proyecto, naciendo de esa reunión la hoy mítica “Agrupación Bases”, siendo sin duda en el entonces incumplido medio siglo de la ciudad, el más importante movimiento cultural con raíz popular.
Fue Juan Ignacio Cendoya, otro de los autoconvocados, quien en homenaje a las “Bases” de Alberdi, propuso el nombre de la agrupación.
En mayo de 1929 obtienen la tenencia del inmueble e inmediatamente se abocan a la creación de la Biblioteca y Museo “Almafuerte”; y entre otros logros, el 9/08/1939 consiguen la promulgación de la primera ley del “Día de la Tradición”, Ley N° 4756/39.
Si existe un vaso comunicante entre la Agrupación Bases, el Museo Almafuerte y el “Día de la Tradición”, cierto es que tiene nombre y apellido: Francisco Timpone, “Pancho”, o como bien lo llamaban sus hermanos de sueños “la hormiga básica”, por aquello que de tanto ir y venir sin cesar un instante en sus emprendimientos, hacía camino al andar.
Fruto de su empeño, el museo; hija dilecta, la biblioteca, a la que dio impulso donando quinientos libros de su biblioteca particular el día 17/08/1829, cuando ejercía la secretaría de la agrupación “El Abuelo” Teófilo Olmos, a los que se sumaron más tarde 400 carpetas, síntesis de 25 años de trabajo catalogando, clasificando y ordenando, notas, artículos periodísticos, correspondencia y otros papeles referidos a “Almafuerte”.
Sin lugar a dudas, el “Día de la Tradición” es su hijo mayor. Él lo propuso a sus compañeros, y no satisfecho con la aprobación del grupo, siguió uno a uno los pasos del expediente por los despachos legislativos sin darle oportunidad a dormir siesta alguna; y así fue reconocido por sus compañeros “Básicos”: el mentor de la idea.
Aquella “propuesta” sucedió el 13/12/1937, en una reunión junto a otros seis hombres “Básicos”, acaecida en “el rancho criollo” de Justiniano de la Fuente, en Punta Lara, hoy partido de Ensenada.
En un constante afán de sumar hechos positivos, fruto de su infatigable tesón fue también la primera Exposición del Libro y del Poema Nativo Ilustrado que montara prácticamente solo, en el Pasaje Dardo Rocha de La Plata para los fastos de 1943, año en que voluntariamente se alejó de “Bases”, la que finalmente se extinguiría en 1945.
Por si lo expuesto fuera poco, también a su ímpetu creador nació el Instituto Almafuerteano, del que fuera su primer presidente.
Pero tanto afán de dar, tanta vocación por perpetuar y rescatar a “Almafuerte” y la tradición gaucha, pasaron a segundo lugar su vocación poética, aquella que hacia 1920 había criado alas con su poemario “La Sombra del Camino”.
Como bien dijera el también “Básico” Luis Carlos Pinto, cúpole a Timpone el acierto de hermanar a dos de los grandes de la argentinidad “…el poeta de la tierra y su hombre representativo: Hernández y el gaucho” y “El poeta del Hombre, como se ha llamado muy bien a ‘Almafuerte’, con su dolor humano frente a la vida y frente a Dios…”.
Su nombre se perpetúa en la plazoleta ubicada en calle 524 y 12, en la que se emplaza el Monumento al Gaucho, escultura que fuera proyectada y emplazada por la Federación Gaucha Bonaerense, entidad que también creará “Bases” durante su activa gestión, en el año 1940.
Por suerte, a nivel local, todos los años para el “Día de la Tradición” se lo recuerda y se le rinde tributo.
Francisco “Pancho” Timpone, uno de esos hombres que mezclados en el común pasan inadvertidos, pero que verdaderos hombres al fin, dejan testimonio de su paso por la vida.
La Plata, 16 de Diciembre de 2010
(Publicado en Revista de Mis Pagos Nº 39)
muy buen artículo
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