jueves, 4 de octubre de 2012

BORIS ELKIN - A 100 años de su natalicio 1905/2005

         ¿Qué gustador de los versos criollos no se emocionó alguna vez escuchando aquello de:
                   “Degollalo, Cipriano, degollalo; / ya el matungo no tiene más rimedio...”  (1)
          o aquello otro de:
                  “Gauchito de pocas pilchas / hecho a dormir en el suelo, / sin más almohada que el
                  basto, / sin más colchón que los lienzos, / ni más calor que el calor / que a veces le dan
                   los perros...” (2)
          o por que no:
                  “Tan fiel conservo tu estampa, / tu estampa gaucha, resero, / que a veces yo me
                   pregunto / si es verdad que te recuerdo / o es que te llevo en el alma / como la vaina al
                   acero.” ? (3)

           Todos o casi todos saben que su autor es Boris Elkin, pero poco o muy poco saben o conocen de dicho autor.
         En su segundo libro “Charqueando – poesías camperas”, aparecido en noviembre de 1954 en edición póstuma, nos enteramos que nació el 26 de mayo de 1905(*), y aunque allí se indica que “en Chivilcoy”, estamos en condiciones  de afirmar -siguiendo a Carlos Armando Costanzo en su “Panorama lírico Chivilcoyano”-, que “nació en Los Toldo, pero transcurrió la niñez y juventud en nuestros lares...”.
         Nacido en un hogar chacarero, transitó la realidad agraria aprendiendo todos los secretos de esa vida de sacrificios, pero profundamente esperanzada en el fruto de la semilla depositada en el surco, de allí que supiera evocar esos tiempos “cuando yo era labriego en las fértiles tierras de Chivilcoy.”
         Un cuarto de siglo abocado a esas tareas, sumado a su faz de atento observador, le permitió conocer en detalle la vida rural, y la idiosincrasia y costumbres de su gente, de allí la naturalidad con que logra llevar al verso las cuestiones camperas con que estructura sus sentidos poemas.
         Nada sabemos de su formación ni de sus inicios con las letras, pero lo intuimos autodidacta y de temprano comienzo; por lo menos tenemos conocimiento que a los 25 años estaba comprometido como “administrador-gerente”, en un emprendimiento periodístico llamado “Notas – semanario gráfico, social, literario”, que tenía su sede en calle Lavalle 93, de Chivilcoy, y donde supo incluir algunas rimas de su autoría. Esto nos lleva a pensar que entonces no era un recién iniciado y que ya tenía alguna experiencia literaria.
         También por esa época -y según el ya citado “Panorama Lírico”-, “pronunciaba sus composiciones por la red de altavoces que bordeaba las inmediaciones de la plaza 25 de Mayo”, a lo que podemos agregar, según información del Sr. Gaspar J. Astarita, que “fue además actor de reparto en algunas obras que dieron en Chivilcoy los elencos de la Agrupación Artística de la Ciudad, a los que perteneció en los primeros años de la década del 30.”.
         Según se desprende de sus propios dichos, hacia 1936 abandonó su “pago” para radicarse “en la ciudad absorbente y avasalladora”, Buenos Aires, donde por mérito propio logra trascender, y aquellas composiciones a las que él mismo daba vida en la red de altavoces pueblerina, pasaron a ser interpretadas y consagradas en la voz de Fernando Ochoa.
         De 1937 data su primer compendio poético que recibió el nombre de “Yerba Buena”, y en 1939 se sitúa el cuento “El lazo cortado” que resultara premiado en un concurso organizado por el entonces prestigioso medio capitalino “La Prensa”.
         Su poesía -que resulta infaltable en cualquier antología gauchesco/nativista que se precie de bien confeccionada-, se caracteriza por la sensatez humana de los temas, desarrollados con sorprendente simpleza, simpleza cargada de inconfundible autenticidad campera, por supuesto consecuente con quien había hecho propia la filosofía del habitante de la campaña, al punto de definirse como “un hombre de campo -mitad gaucho, mitad gringo-, que a veces, cuando una emoción lo sacude y Dios le tiende una mano, garabatea versos.”, seguro, porque así lo siente, que conserva “intacta la pureza que me dio la tierra y la dignidad que me enseñara el gaucho.”
         La poesía de Elkin se caracteriza por estar escrita siguiendo el rumbo del “romance”, o sea, aquella composición poética de desarrollo continuo -no dividida en estrofas-, donde van rimando los versos pares; una curiosidad es que no esté atado al metro octosílabo, casi el propio de esa forma poética, utilizando versos de seis, siete, nueve, diez y doce sílabas.
         Quizás podamos rastrear en sus composiciones el motivo de su temprana desaparición, como que al hablar del por qué de algunos de sus temas, señala a “El Chala” como “mi compañero y mi verdugo”.
         En concordancia con lo dicho, en las palabras que presentan al autor y “Charqueando”, se anota respecto de la honestidad de su conciencia, que “en algunas de sus últimas composiciones conmueve al aludir a su dolencia incurable y su próximo fin con intensa y genuina fortaleza de espíritu”, como cuando dice tener “el presentimiento de que la noche me va a sorprender cerquita nomás.”
         Dice en el remate de “Mi Chala”:
“¿Dejarlo, porqu’el dotor / me vino con ese cuento / de qu’el tabaco hace mal / y está minándome
 el pecho? / ¡Deje nomás que me mate! / ¡Si por él estoy viviendo!”
          Efectivamente, murió 29 meses antes de la aparición de su libro consagratorio, el 21 de junio de 1952, según información de una reciente antología compilada por Julio Imbert.
         Se cumplen 100 años del momento en que silenciosamente naciera un poeta que hizo de la simpleza de expresión su más eficaz arma para transmitir la emoción campera.

NotaUn especial agradecimiento al amigo Ismael Russo quien recabó información a través del Sr. Gaspar Astarita.
(1) El Overo
(2) Boyerito
(3) Romance para un arriero
(*) Su único hijo, Raúl, le informó a Gaspar Astarita que había nacido el 2/06/1905, siendo hijo de Ma. Delfina Grosso (nativa del  norte Italia) y de Alejandro Elkín (originario de Kazán, Rusia), con un hermano artista plástico, de nombre Raúl.
(Publicado en Revista El Tradicional Nº 59)

7 comentarios:

  1. Buenas..., gracias por compartir esta buena información, si me permite, la cito en mi pagina , un Abrazo desde Quilmes Carlos A . Lopez

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  2. Recordemos que una de las canciones mas propias de la cultura peruana, lleva en su letra la adaptación de un poema del insigne Elkin. Canción aun hoy muy popular y versionada constantemente

    https://www.youtube.com/watch?v=yLGGtfhEuZE

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  3. Gracias por la información, soy admirador de Boris Elkin y como recitador he incorporado a mi repertorio varias de sus obras extraidas precisamete del libro "CHARQUEANDO".-

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  4. Bueno amigo, me alegra haber sido útil.
    Abrazo,
    Carlos

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