Hacia mayo de
2000, cuando ya colaboraba con “El
Tradicional”, comencé a aportar notas a un muy interesante proyecto
periodístico que se llamó “La
Taba ” y que llevó adelante Nicolás Luna, en Luján. Habíamos
acordado que escribiría sobre autores vinculados a esa región, y fue así que en
la cuarta nota me referí a “Jorge Furt,
un precursor”, y a raíz de ese breve artículo, recibí de la hija, Etelvina
“Pocha” Furt, la invitación a almorzar en “Los Talas” y conocer la biblioteca y
colecciones que allí se custodian.
En la mañana
del 4 de noviembre de aquel año llegamos a la estancia, y digo llegamos, porque
Luna ofició de “baqueano” y “El Lujanero” Alberto Zarate se nos “aparceró” para
el convite.
Desde 1824 en
que comprara esas tierras D. Mariano Biaus, la estancia “Los Talas” ha estado
en manos de la familia de Don Jorge , salvo el período de diez años -entre
1840/1850- en que fue confiscada por el gobierno de Rosas.
Vista lateral de El "Casco Viejo" |
La población
se compone de dos construcciones principales, el casco “viejo” que data del año
de compra y el “nuevo”, de 1860, ambos en perfectas condiciones de conservación
merced al esmero de Etelvina y su esposo Ricardo Rodríguez.
La casa
“vieja” guarda entre sus muros las sombras y voces del “romántico” Esteban
Echeverría, íntimo amigo del fundador Biaus, lugar en el que estuviera
refugiado a resguardo de “la mazorca”, y donde según Furt, escribió “La Insurrección del Sud”
entre otras páginas.
La habitación
que ocupara, de piso de ladrillo, cama con bronces y mobiliario de época, se
conserva casi como fue entonces.
En la sala comedor
de esta casona, compartimos el almuerzo con que nos obsequiaran los dueños de
casa, habiendo escuchado de sus labios, la historia del predio y referencias
familiares que aún nos resuenan en los oídos, todo en un marco de criolla
hospitalidad y con una sencillez propia de los grandes de espíritu.
El “postre”
del encuentro fue visitar la “Biblioteca y Archivo Jorge Martín Furt”,
ensamblado todo en el casco “nuevo”, al que Furt -al instalar hacia 1950 definitivamente
en él, su biblioteca hasta entonces en Córdoba-, amplió respetando la
construcción y estilo de la edificación original.
Allí, las
habitaciones privadas se encuentran amobladas tal como estaban en el Siglo XIX,
y los roperos y armarios contienen la ropa y enseres de aquellos ancestros
familiares, todo en perfecto orden y estado.
La “biblioteca
y archivo” es obra de un iluminado que subordinó su economía a la cultura, al
punto de hipotecar un campo en 1946, para que el “Archivo Juan B. Alberdi” -unas
7400 cartas y otros documentos-, no “emigre” al salir a la venta.
Cinco salas
integran la biblioteca: literatura hispanoamericana, argentina, europea,
historia y geografía; hay colecciones de diarios y revistas, incunables,
inhallables ediciones príncipe y antifonarios, entre otras “riquezas”.
Vista de una sala (Foto de La Nación) |
Aquel día, al
completar la recorrida, el matrimonio Rodríguez, como agasajo final por la
visita cuando aún no sabíamos nosotros como administrar el gozo por tan buen
momento y éramos quienes debíamos decir ¡gracias!, fuimos obsequiados con dos
obras originales de Furt: “Coreografías Gauchescas” (1927) y “Lo gauchesco en
<La Literatura Argentina >
de Ricardo Rojas” (1929).
Un lujo para
el espíritu haber departido con tan linda gente y en tan especial lugar. Un
momento de esos que hacen historia en nuestro existir.
P.D.:
La vida ha sido cruel con esta familia, ya que en menos de un lustro se
apagaron tres seres: primero Ricardo, en 2007 Etelvina (h) y el 19/03/2008,
“Pocha”.
Gracias a Dios
tuvimos la dicha de conocerlos.
(Publicado en Revista "El Tradicional" Nº 91)
Buenas, Don Carlos. Muy buena la reseña sobre esta importante biblioteca histórica. Quería saber si ud. tiene alguna información como para suministrar sobre ella, por ejemplo:
ResponderEliminarDías y horarios en que se puede visitar la biblioteca, costos, etc. Porque me interesaría conocerla para aprender más sobre el legado literario de nuestros próceres. De antemano, muchas gracias.
LA CONSTRUCCION DE LA BIBLIOTECA ESTUVO A CARGO DEL CONSTRUCTOR ITALIANO EGIDIO ANTONIO PAPALEO , EL CUAL CONSTRUYO DECENAS DE ESTANCIAS Y CASONAS DE LA ZONA Y LA BASILICA DE LUJAN DESDE LAS CATACUMBAS .
ResponderEliminarGracias David por el aporte
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