jueves, 6 de febrero de 2014

MUSEO DORREGO - ESTANCIA "EL TALAR", NAVARRO, Bs. As.

 En el invierno del ’93, un “regular lote” de amigos convocados por el paisano Rubén Trezza -entonces presidente de la Agrupación “Gauchos de Dorrego”-, nos reunimos a compartir un asado en el “Rancho Criollo El Cencerro” de su propiedad, en las afueras de Navarro.
En un aparte compartiendo un mate mientras los costillares lagrimeaban, el muy campero y sabedor Abel González, nos convidó a Agustín López, Manuel Rodríguez y quien esto escribe, a conocer “algo” de la historia lugareña.
Así fue que la visita -aunque parezca extraño-, comenzó por el Cementerio, donde se conservan como antaño, algunas tumbas rodeadas de artesanales rejas forjadas de algo más de un metro de altura.
Luego estuvimos frente a un viejo boliche -cerrado ya- en el que la tradición popular recuerda que habitualmente se apeaba Juan Moreira. A raíz de esto nos llegamos hasta la plaza principal, donde a uno de sus lados se enfrenta la pulcra y cuidad edificación de la iglesia (“San Lorenzo Mártir”, si mal no recuerdo, con más de 135 años a la fecha), de amplias escalinatas que descienden hasta la ancha vereda, sitio en el que en épocas de elecciones, habría sostenido Moreira una dura pelea a cuchillo.
El destino final del recorrido fue la Estancia “El Talar”, donde en un “solar de cuatro hectáreas” -como reza un folleto alusivo de la Dirección de Monumentos y Sitios Históricos-, que el 29/11/1972 fuera declarado “Lugar Histórico Provincial”, se encuentra enclavado el Museo Histórico Biográfico Cnel. Manuel Dorrego.
Siguiendo con la información oficial, el monumento y templete que evoca al primigenio federal, obra del Ing. Carlos Guzmán realizado por los artistas Butin y de Aquino, fue inaugurado en mayo de 1968.
El Museo, que fue habilitado al público un 11 de junio de hace 20 años -fecha instituida como “Día del Federalismo”-, custodia objetos personales, libros alusivos, medallas, estampillas evocativas, documentos y elementos de la época.
Todo el conjunto se encuentra emplazado en el sitio en que fuera fusilado el entonces gobernador, Cnel. Manuel Críspulo Bernabé Dorrego, el día 13/12/1828, por orden del Gral. Juan Galo de Lavalle.
A no mucha distancia se encuentra el casco de la Estancia “El Talar”, y gracias al conocimiento de Abel pudimos acercarnos hasta él, y recorrer en parte su contorno, y acceder -casi furtivamente- a darle un vistazo a través de la ventana enrejada, a la habitación en que, según la historia, Dorrego pasó sus últimas horas y escribió las esquelas de despedida.
Por entonces la construcción parecía deshabitada y dicho cuarto estaba completamente vacío, encontrándose, salvo el piso, tal cual era en aquel aciago año.
Agarrado a esa reja, y en el silencio campero de ese entorno, se sentía palpitar la historia y se crispaban las manos al reconstruir mentalmente aquellas horas.
Allí cerca, la laguna y el tupido monte de talas -alambrado en su contorno- nos remontaban a los lejanos años en que el conquistador llegó por vez primera a esas tierras, mientras González nos aseguraba que dentro de ese monte nativo, no profanado, “se siente una energía especial”.
Vueltos a la reunión, tras una genuina mesa criolla, se sucedieron los versos, las anécdotas y el canto criollo, agradeciendo aún hoy a la distancia, al amigazo Trezza el buen momento, y al sabedor Abel, el habernos guiado por “lugares con historia”.
La Plata, 3 de Agosto de 2009
(Publicado en Revista "El Tradicional" Nº 91)

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